Trentidue:
Grecia.
Quería matar a Stéfano, esto de viajar sin haberlo planeado con un mes de antelación; me estresaba de sobre manera. Joder. ¡Más tarde patearía su trasero! Me he vuelto loca armando las maletas, los últimos tres días.No estaba segura de que ropa llevar y eso me ponía de los nervios; además tenía que dejar a Renji en manos de Aiden y eso no me convencía demasiado. Vamos, no podía cuidarse solo ¿y yo lo dejaría a cargo de mi bebé? Sí, estaba completamente desquiciada. Solté un suspiro bastante frustrado, maldición.
No sólo era el viaje, claro que no. El conocer a su familia también me tenía así, ¿y sino les caía bien? ¿Y si me odian apenas abro la boca? Oh, joder. Todo podía pasar y por eso estaba de aquel modo. Maldito el momento en el que acepte, de verdad.
Metí unas prendas dentro de la maleta y luego la cerré, creo que con eso será más que suficiente. No iré a vivir allá, solo serán unos días; nada más.
» —Tranquila Ambs, tranquila. Respira hondo, todo saldrá de maravilla —me alente, pero fallando en el intento. «
Tampoco es que vayas a tu propia muerte, solo conocerás a su familia.
Mi consciencia tenía un buen punto, pero eso no cambiaba como me sentía. Ya había tenido malas experiencias con familiares en mis relaciones anteriores, lo que no quitaba que esta vez fuese diferente. Mierda.
Me senté en el borde de mi cama e intente calmar mis nervios, respire con bastante profundidad y solté el aire lentamente. Cosa que funcionó, unos segundos; ya que volví a imaginarme intentando socializar y un desastre ocurría. Genial.
—Demonios —masculle y tape mi rostro con mis manos.
El colchón se hundió a mi lado, no había necesidad de apartar mis manos; sabía perfectamente de quien se trataba.
—¿Se puede saber que te tiene tan nerviosa? —pregunta y puedo jurar que esto le divierte de sobre manera. Estupendo.
Negué sin apartar mis manos de mi rostro, no me animaba a decirlo en voz alta; pensará que soy demasiado infantil. Joder, me estaba comportando de aquel modo. Soy increíblemente infantil.
—Amor, puedes decirlo —me alentó—. Prometo que no haré bromas al respecto —asegura, aunque no podía fiarme; su lado inmaduro salía a flote en momentos de suma seriedad.
Quitó mis manos y me obligó a verle. Maldición, no podía resistirme a esos ojos mieles; de verdad no podía contra ellos. Menos cuando me veían con aquella intensidad y preocupación por saber que me sucedía. ¿Acaso no podía ser más lindo? Sí, en ocasiones era todo un capullo; vale más que eso. Pero ahora estaba siendo diferente, realmente quería oírme y eso me agrado muchísimo.
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Sálvame #PremiosPlaneta2020 #CHW2019
Romance«Tercer libro de la Saga Amores Complicados» «Libros anteriores: Lady Elizabeth y Toxic» «No es necesario leer los dos primeros libros para comprender este» ¿Qué pasaría sino es ella la damisela que necesita ser rescatada? ¿Qué pasaría si es él quié...