Eres todo lo que necesito.

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Ventisei:

Eres todo lo que necesito...

[Stéfano]

Pasado...

Puedo sentir pequeños golpes en la puerta del baño, pero los ignoró. No quería que nadie me interrumpiera o intentará evitar lo inevitable. Había tomado una decisión, difícil decisión. Pero quería convencerme de que era lo correcto, de que lo que acababa de hacer estaba bien. ¿Pero lo estaba? No lo sabía o fingía no saberlo. Ya no había vuelta atrás, no la había. Joder.

Miré el agua de la tina y como la misma se había teñido de rojo en pocos minutos. Mis ojos comenzaban a sentirse pesados y agradecía que eso sucediera. Las heridas en mis muñecas ardían, pero no se comparaban al ardor que mi alma sentía ante su pérdida.

La inconsciencia de a poco me fue dominando y cuando estuve a punto de caer a ese abismo del que no podría regresar, alguien derribó la puerta del baño.

—¿Qué has hecho? —podía sentir el horror en su voz, pero no me importó. Nada me importaba ya.

Sentí las manos de alguien tomar mi rostro, estaba demasiado cansado como para abrir mis ojos y saber de quien se trataba.

—¡Maldición! —exclamó otra voz y sentí ganas de reír por más estúpido que eso sonará.

—¿Qué estás haciendo Stef? —pregunta su voz, ni al borde de la muerte mi mente dejaba de jugar conmigo—. Creí que eras mejor que esto, pensé que harías lo que pedí —había decepción en aquellas palabras.

Reí sin poder evitarlo —Sin ti, no soy nada —susurre—, Estoy jodido Acacia, soy un ser patético sino estoy a tu lado —admití—. Te necesito —comencé a llorar, no sabía si esto era real, si ella de verdad estaba a mi lado.

Su mano acarició mi mejilla y me vi obligado a abrir mis ojos, realmente le tenía frente a mí. Y no sé que dolía más, si saber que esto era una ilusión o su rostro cargado de decepción por mis malditas decisiones.

—Hay alguien ahí fuera, esperando por ti —dice—. Sólo debes dejar de ser tan idiota e ir en su búsqueda. No esperará por siempre —avisa y sonríe.

Negué —No quiero —parecía un pequeño niño—. Déjame estar a tu lado, los dioses lo quieren de ese modo —pedí.

Ahora es su turno de negar y una sonrisa adorna su rostro.

—Los dioses dicen que aún no es tu momento —admite—, Y yo digo que debes volver y encontrarle. Stef, vive —una sonrisa radiante se adueña de su rostro—. Sé feliz, ama con intensidad y cuida de esa chica que está más cerca de lo que crees —está vez fue su turno de pedirme algo.

Lloré sin consuelo mientras escuchaba sus palabras, no quería volver. Quería quedarme con ella por siempre y así cumplir la promesa que le hice a mi madre.

Sus labios besaron mi frente —que se sintió jodidamente real— y luego habló:

—Znote —susurra—. Ahora despierta, pequeño idiota —ríe e intento negarme a ello.

Sálvame #PremiosPlaneta2020 #CHW2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora