Quattordici:
—Estoy bien mamá, no necesitas venir —le asegure mientras me tapaba con las mantas hasta la cabeza—. Es sólo un resfriado que se ira en unos días —comenté y acaricie a Renji quien se acomodó encima de mí.
—¿Segura que no quieres que vaya? No me cuesta nada cariño y te preparare sopa —pregunta y os puedo asegurar que su semblante es de preocupación total.
No estaba muriendo, sólo había pescado un maldito resfriado la noche que fui al cajón. Luego de mi beso con Stéfano, hui del lugar como una cobarde. ¡Sí, Amber Blaire huyó como una maldita cobarde! Y en el camino de regreso a casa comenzó a llover torrencial, era como un puto diluvio y terminé ensopada.
Como era de esperarse acabe con un resfriado, he faltado a la Universidad y a la oficina los últimos días. Ahora pensaba aprovechar el fin de semana para poder reponerme mejor y así regresar a mi rutina. Aiden me ha cuidado de maravilla, pero tiene una vida y no puede hacerse cargo por siempre de mí.
—Estoy segura mamá —dije volviendo a la realidad—. Estaré bien y si necesitará algo en todo caso llamaré a Isaac —prometí, aunque estaba claro que no le llamaría para nada.
Sé que mi hermano se preocupa por mí y si le llamase le tendría en menos de un segundo en mi departamento. Pero no quería molestarle, podía cuidarme bien sola. Y como último recurso si no podía hacer algo por mi misma, llamaría a Oliver y él vendría con todo gusto a cuidar de mí.
La escuché resoplar resignada —Vale, pero cualquier cosa me llamas —pide o más bien suplica. Ella ama cuidar de mí y le sigue costando horrores dejarme ir del todo.
Reí sin poder evitarlo al pensar aquello —Te llamaré si necesito algo, te amo mamá —prometí y ella por su parte respondió que me amaba más. Y que papá me mandaba saludos y que también me amaba.
Elizabeth Collins y Ethan Blaire eran el uno para el otro.
Conversamos por unos minutos más y luego pude disfrutar de mi mañana de películas. Es lo único que he hecho los últimos días, ver películas, series y comer comida chatarra. Pero también disfrutar la compañía del gordo Renji, mi hermoso bebé gatuno.
(…)
Me levanté de la cama cuando el sonido del timbre me despertó, me había quedado dormida en mitad de una película. Demonios. Caminé por el pasillo que conectaba las habitaciones y el baño hasta llegar a la sala. Abrí la puerta y me sorprendí al verle allí. Me regaló su particular sonrisa socarrona y elevó en sus manos un montón de bolsas.
—¿Qué haces aquí Stéfano? —pregunté intentando sonar molesta por su visita, aunque fuera todo lo contrario.
No admitiría jamás que me gustaba tenerle aquí y que el cabron comenzaba a agradarme demás.
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Sálvame #PremiosPlaneta2020 #CHW2019
Romansa«Tercer libro de la Saga Amores Complicados» «Libros anteriores: Lady Elizabeth y Toxic» «No es necesario leer los dos primeros libros para comprender este» ¿Qué pasaría sino es ella la damisela que necesita ser rescatada? ¿Qué pasaría si es él quié...