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Primer día y ya lo habían sacado de clases por esa chica que definitivamente era terrible, ni si quiera le importo que la sacaran de clases ya que salió como si nada, definitivamente era una Pasquale versión masculina. Si él fuera una chica real en el sentido literal se quedaría de brazos cruzados, mirando la tonta banca que tenía frente a él, pero como el hombre que era, bueno no en ese momento por dentro, estaba claro de que haría algo. En la preparatoria, podían haberlo sacado de clases, por molestoso a veces, tenía buenas calificaciones pero le gustaba divertirse y hacerse el galán la mayoría de las veces, pero eso no significaba que en un instituto de chicas lo sacaran de clases y menos por esa chica. Fijó su vista en la chica, caminaba haciendo ese molesto movimiento de caderas por el campus, caminaba mirando a todas partes, llevaba una seguridad que Ruggero nunca había visto antes. Toda la hermosura que poseía, la opacaba su carácter, dios. En todos sus años de galantería de Ruggero nunca había conocido a una chica como ella, siempre se le acercaban, castañas simpaticas, rubias esculturales, pelirrojas cariñosas, pero nunca chicas desquiciadas.

Hey rebelde -no sé le ocurrió otro nombre mejor- Tú Valentina-la chica se dio vuelta a mirarlo extrañado-

Hola ¿Ana? -Le sonrió falsamente- ¿Como estás? -él podía notar el sarcasmo- Deberías agradecerme, te he sacado de clases -rio-

Primero que todo es Annie -apoyó su mano en lo que podría ser su cintura, lo encontró un movimiento tan gay, para él claro- Segundo, estoy mal, y tercero, ¡No debo agradecerte nada!, me han corrido de clases por tu culpa -suspiró.

¡Por mi culpa! -exclamó 'ofendida' Valentina mientras lo miraba- Pero yo no he hecho nada

Claro que sí -llevó sus manos hacia la peluca- ¡Mira mi cabello! tú y tus estupidas bolitas

Ah era eso -A Ruggero le molestó el tono de sin importancia que utilizó- Estaba aburrida, ahora si me permites -se dio media vuelta y comenzó a caminar pero antes Ruggero habló-

No -la detuvo, tomandola fuertemente del brazo-

¡Sueltame! -miró los brazos unidos, Ruggero la soltó de inmediato dandose cuenta que no había medido su fuerza- No me toques -la apuntó- No te atrevas a volver a tocarme, porque o si no Ana, te irá muy, pero muy mal -dijo la ultima frase lentamente y Ruggero inconscientemente fijó su vista en los labios de la chica, ¿sería asi de rojos?, ¿o llevará maquillaje?-

Se preguntó en cuanto la vio caminar con el tonto pasito, hasta quien sabe donde, luego de que terminara la primera clase se dirigió al salón para pedirle disculpas a la profesora, esta se las aceptó tambien disculpandose por el comportamiento de su hija, y aconsejandole que tan solo no la tomara en cuenta. Al final si eran madre e hija, se dijo segundos despues de la conversacion.

A la siguiente clase se sentó con una chica bastante linda, y según pudo conocer, ella formaba parte del grupo de las nerds, no era buena en deportes, ni musica ni nada, sólo era bastante inteligente, le explico los grupos de chicas que se formaban, y no dudo ningún segundo en preguntarle por Michelle.

Ella es como, la señorita perfecta ¿entiendes? -le habló la chica mientras Ruggero prestaba atención a lo que le decía-

¿Como que perfecta? -preguntó confundido-

Forma parte del centro de alumnas, es guapa, es popular, participa en todas las actividades, creo que tiene un novio mayor y bueno en fin, es como la perfeccion de todo el instituto todas quieren ser como ella -quedó boquiabierto, ¿Michelle era realmente así?, si él solo había conocido a una chica sencilla en la playa-

Oh, ahora entiendo -murmuró, sin querer se le vino a la mente la chica, como solía decirle desde hace unas horas- ¿Que sabes de Valentina Zenere?

¿Valentina Zenere? -la chica lo miró un poco asustada- ¿Te has topado con ella?

Algo así -Dijo Ruggero mientras aquella chica seguía mirándolo asustada-

Que milagro que estes viva mujer -rio y Ruggero no entendia la razón- Te explico, Valentina Zenere es, como decirlo -la chica pensó un poco- Le apodaban la extraña Valentina, es la hija de la profesora Lucila Zenere, repitió un año, por lo que ya debería haber salido, pero sigue pegada aquí, no está en ningún grupo, si asi podriamos llamarle. Es rebelde, contestadora, antipatica, desagradable, en vacaciones se la pasa de fiesta en fiesta, sólo se junta con Carolina, la morena esa, casi ninguna se mete con ella, porque podrías llevarte un buen golpe en tu cara, ha tenido varios altercados con chicas, se escapó una vez en horario de clases, a ver ¿que más? -su compañera pensó un poco, mientras Ruggero quedaba asombrado, esa chica definitivamente era peor que Pasquale- Suele ser grosera, falta a clases, está el rumor de que tiene sexo con cada chico que conoce, y por ultimo -suspiró cansada- Michellees su peor enemiga.

Salió de aquella clase, asombrado, la chica era enemiga de su novia.

Hey Agus -lo saludó- Cierra las piernas hombre, se supone que eres una señorita

No me Jodas Ruggero -se acomodó mejor en el cesped del campus- Toda la mañana he pasado con las piernas cerradas, y Mi caja de sorpresas me esta doliendo.

¿Caja de sorpresas?, estas loco -Rio al escuchar lo que dijo su amigo-

Luego del almuerzo, le tocó otra clase, aburrida, ¿Por que debería tomarle atención a las clases? Si al fin y al cabo iba a pasar sólo unos meses ahí, debía descubrir que escondía su novia y arreglaría los papeles del traslado. Se quizo inscribir en el club de teatro, y lo hizo, atrás había quedado el miedo al que dirán, ahora era chica y podía hacer lo que quería.

¿No te inscribiste en nada? -le preguntó Ruggero a su amigo, mientras caminaban por el campus, luego de que todas las clases hubieran acabado.

No había equipo de basquetball -Agustín se encogió de hombros- Asi que no.

No seas descarado -no dudo en decirle eso, en cuanto vio que su amigo miraba a cada chica que pasaba por su lado-

Es que Ruggero, aquí hay...cada chica -simuló la figura de una mujer con sus dos manos-

Lo sé, pero estamos aquí por otra cosa -se fijó en Michelle, que estaba mucho metros mas alla, de ellos, sonreía mientras hablaba con Camille- Es hermosa.

Si, si si Michellee aqui, Michelle allá -se burló Jay, pero paró de pronto- Ella si que es hermosa, perfecta, guapa, me dan ganas de folla.. -lo interrumpió Ruggero-

¿De quien hablas? -Preguntó confundido Ruggero mientras Agustín apuntó una dirección y Ruggero la siguió con la mirada, un poco más alla, Valentina-

¿Que chica eh?

Pero Ruggero no lo escuchó, se quedó observando la situación, Valentina se acercaba peligrosamente a su Michelle, y con todo lo que le habían contado de ellas hoy, no resultaría nada bueno.

Enamorate (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora