Todas aquella tarde, parecían entretenidas en sus actividades porque casi nadie andaba por los pasillos del instituto. Ruggero tenía agarrada por la cintura a Valentina, la tomaba fuerte y la hacía avanzar combinando sus pasos, por si quería soltarse e ir nuevamente donde Michelle.
Esa chica era peligrosa...
¡Sueltame Ruggero! -exclamó ella, mientras caminaban por el campus- ¡Diablos! ¡Ruggero!-volvió a decir al ver que él hacía caso omiso-
No te soltaré hasta que lleguemos a la habitación -susurró en su oído y en menos de un segundo Valentina, dejó de patalear y chillar- Calmate -volvió a susurrar-
Entonces se preguntó si sus palabras habían causado algún efecto mágico en ella, ya que había cesado de reclamar y ahora caminaban juntos, como si estuvieran abrazados. Ella por delante con la cabeza cabizbaja y él por detrás rodeando su cintura, la situación habría sido bastante tierna y romántica si no fuera porque Ruggero llevaba aquella peluca, porque claramente si alguien veía aquella escena, le resultaría bastante extraña.
Tuvo un sentimiento extraño, al mirar como sus brazos tenían algunos rasguños, sus manos rojas, su pelo alborotado. Se sentía mal.... mal por ella. Igualmente agradeció haber llegado a tiempo a aquel encuentro, si se hubiera tardado más los profesores o inspectores habrían visto la pelea y Valentina estaría nuevamente en grandes problemas con el instituto y con su madre, eso tampoco le convenía a él ya que supuestamente Annie debía cuidar de ella.
Y justamente eso haría.
Llegaron a la habitación y Valentina entró como un robot, lento con la cabeza cabizbaja, como si estuviera perdida y no estuviera consciente de los movimientos que hacía. La vio sentarse en algunas de las camas y ahí se quedó sentada mirando el piso, no supo que hacer y pensó en dejarla un momento a solas, quizás quisiera descargarse de alguna u otra forma.
Se dirigió al baño para realizar una vez más la transformación de Annie a Ruggero, estuvo un buen rato esperando el tiempo suficiente para salir. Esperaba encontrarse con la habitación hecha un caos, con algunas cosas tiradas, con una Valentina enfurecida sobre su cama, se esperaba todo, menos lo que vio al cruzar la puerta del baño.
Una Valentina sentada sobre el mismo lugar de antes, aún con la cabeza cabizbaja...estaba inmóvil, con un paso casi decidido, se acercó a ella y se arrodilló. Con una mano temblorosa levantó su rostro. Sus ojos estaban neutros, sus rostro parecía tenso, no tenía ninguna expresión así que observó bien y pudo fijarse de un hilo de sangre que corría bajo su labio inferior, tenía otra herida en su mejilla y la parte superior de la ceja izquierda.
Sintió tanta pena y ternura en aquel momento...
Traeré el botiquín de emergencias para curarte -la miró un momento y luego se paró, para ir al baño donde anteriormente había visto el botiquín-
Todo hubiera salido como lo esperado si, Valentina no se hubiera parado de la cama y se hubiera aferrado al cuerpo de Ruggero en un movimiento tan rápido. Ruggero no supo que hacer, aquello lo había sorprendido, Valentina Zenere aferrada a su pecho, tan débil tan golpeada y tan indefensa...
Reaccionó unos segundos después y la abrazó con sus fuertes brazos, brindándole todo el apoyo que en ese momento sin pedirlo necesitaba.
Acarició su espalda, lentamente, mientras ella escondía su dañado rostro en su cuello.
Sintió su cuello y pecho mojado.
Entonces se dio cuenta de que Valentina estaba llorando.
Un sollozo salió de su boca y se quedó hecho piedra.
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Enamorate (adaptada)
Fanfiction¿Crees estar enamorado? ¿Estas seguro, Ruggero? La obsesión de este chico por su novia lo hace cometer locuras muy grandes. Inseguro de si mismo cree que su novia no le corresponde en sentimientos por lo que comienza a pensar que esta lo engaña. Lle...