Lucila frunció el ceño un segundo, aceptó el chocolate que le entregaba su hija y se dio media vuelta riendo a carcajadas. Valentina la miró sorprendida ¿No le diría nada sobre su examen?
Diablos, ería saber su nota en el examen de literatura y su madre no le decía nada ¡Nada!
Había estado estudiando toda la semana y sí estudiado. Todas las chicas del instituto habían quedado muy asombradas al ver a Valentina Zenere en la biblioteca leyendo un libro, al igual que otras más quedaron sorprendidas en cuanto la vieron sentada en los primeros asientos frente a los profesores, todas se preguntaban que estaba sucediendo con ella, ¿Por que el cambio tan repentino?
Hasta Michelle estaba sorprendida, la había encarado un par de veces y Valentina con suerte la había mirado. Lucila estaba satisfecha con este primer cambio, y se preguntó cual sería la razón para salir luego del instituto.
Valentina bufó y se fue de nuevo a su habitación y comenzó a leer el maldito libro de biología, no entendía mucho la materia por lo que tenía que estudiar bastante para el examen que tenía la otra semana. Ella sabía que muchas personas estaban sorprendidas por su cambio tan repentino, pero era hace tan sólo unos días se había dado cuenta de que había sido una total mierda. Si hubiera sido responsable y buena alumna no hubiera quedado repitiendo, y ya estaría fuera de aquel instituto. No estaría pegada ahí, ¡Quería salir del instituto!. Por lo que había hablado con la directora teniendo la mayor paciencia y educación posible. Había reconocido sus errores, se había disculpado, y le había propuesto a ella, dar los exámenes de ese semestre como si fueran los últimos. Si ella aprobaba todos, lograba por fin salir del instituto a mitad de año, pero si no los aprobaba tendría que seguir igual que sus demás compañeras. La directora titubeó por varios minutos, y se disculpó diciéndole que después le daría una respuesta concreta, debía hablar con los demás profesores. Horas mas tarde Valentina se enteraba de que su propuesta había sido aceptada e inmediatamente se había puesto a estudiar como loca, para los siguientes exámenes ¡Debía pasarlos!
Hey -su padre entró en su habitación, pero ella seguía viendo el libro con una expresión absorta- ¡Valentina!
¿Ah? -lo miró-
Voy salir con tu madre a almorzar ¿vienes? -ella negó- ¿Que harás entonces?
Estudiaré un poco y veré si después salgo con Carolina -se encogió de hombros- Te aviso cualquier cosa -le dijo al ver la expresión de su padre.
Esta bien -suspiró- Cuidate -le sonrió y salió de la habitación-
Valentina dejó de lado un momento el libro y se quedó viendo enseguida la ventana de su habitación, ¿por que Ruggero no la habría llamado ayer?
Había querido evitar responder aquella pregunta desde que salió del instituto el viernes, ella pensaba que aquel día Ruggero la llamaría y saldrían juntos, o el sábado almorzaría o algo, ¡El le había prometido llamarla!, pero aún seguía esperando, y lo seguiría haciendo hasta el final del día.
Su celular timbro era un mensaje...de Carolina.
¿Playa? te recojo a las tres iremos con Agustín bueno quizás Ruggero. Te veo pronto
¿Vería a Ruggero? ¡Sí!, ¿Que le había hecho ese chico?
¿Por que pensaba en él de manera sobrenatural?, ¿Por que?
Ese chico se había vuelto alguien especial en su vida, le gustaba mucho, lo quería mucho. Mas que otros chicos que lograron captar su atención, pero tenía miedo y se sentía tan mierda por aquello. No quería sentirse tonta al decirle lo que sentía, porque sabía que Ruggero no quería saber mucho de las chicas, después de Michelle, pero ella debía decirle lo que recién experimentaba, pero ¿Como lo haría si no se verían nunca? ¿Como lo haría si Ruggero ni si quiera la llamaba? ¿Como lo haría si ni si quiera tenía las agallas de ella llamarlo?
Diablos, necesitaba fuerza.
Pensar que lo vería ahora, la ponía contenta, de hecho muy contenta, pero a la vez muy nerviosa, ¿Lo saludaría normal?, claro que si...no eran nada.
El golpe de la puerta principal cerrándose la hizo volver a la realidad y darse cuenta de que debía arreglarse. Pronto la recogerían.
El día estaba precioso, por lo que optó por ropa ligera y cómoda, armó un bolso, y echó su traje de baño por si le daban ganas de bañarse.
Estamos afuera.
Leyó el mensaje, y muy emocionada bajó las escaleras, abrió la puerta y cerró teniendo cuidado, se subió al auto que parecía ser de Agustín y su emoción desapareció inmediatamente ¿donde estaba Ruggera?
Hola -saludó tratando de ocultar la decepción al no ver al chico- ¿Como están?
Genial -contestó Agustín, mirando pícaramente a Carolina, la castaña le devolvió el gesto con un golpe en el brazo- ¡Auch! -exclamó sobandose-
Es un idiota -le dijo a Valentina- Pero yo estoy bien ¿y tú?
Bien creo -miró a ambos lados, estaba sola sentada atrás- ¿Ruggero no va a venir?
Si, pero lo tenemos que esperarlo en la playa -Agustín se encogió de hombros- Está algo ocupado.
Claro -una media sonrisa apareció en el rostro de Valentina, Caro sólo la quedó mirando algo extraña, pero la rubia ni si quiera notó esta mirada, estaba embobada pensando en que quizás el estaba tan ocupado que había olvidado llamarla, si esa era una buena razón, se aseguró.-
El transcurso hacia la playa, se la pasó hablando con Agustín y Caro que parecían contentos y felices juntos ¿como novios oficialmente? no lo sabía, pero como pareja si, eran sumamente felices. Eso la hizo creer, que hasta la persona mas fría podía tener sentimientos, como era el caso de Caro que al conocerla hasta creyó que era un tempano de hielo en vez de una chica humana.
Agustín estacionó el auto frente a la playa los tres salieron, el aire era genial, el sol resplandecía en su totalidad, en la playa había varias personas, era domingo, día familiar donde todos salía, pero aún así la playa no estaba repleta completamente.
¿Faltará mucho para que Ruggero llegue? Muero de calor -se cargó sobre el auto de Agustín, mientras los otros dos tórtolos estaban abrazados mirandose- ¡Hey!
¿Qué? -Agustín la miró, saliendo de la burbuja en la que se encontraba-
Que si Ruggero llegará pronto, porque me estoy muriendo de calor -se cruzó de brazos-
Eh si -miró su reloj de mano- Debe estar por llegar no te preocupes.
Pero eso era lo que menos podía hacer, no preocuparse, ¡Vería a Ruggero!, ¿Desde cuando se emocionaba tanto?
Desde que él le empezó a hacer falta, y desde que se dio cuenta de que lo quería, ¡Joder, lo quería!
Ruggero le había dicho que ella le gustaba, la había besado, la había abrazado de forma tan especial, y es que ella no podía estar imaginándose cosas solas, él debió haber sentido lo mismo que ella sintió al besarlo, al hacer el amor con él.
Le había dolido tanto oír decir a Ruggero que sólo había sido sexo, ella sabía lo que era eso el sexo, y lo que había tenido ella y el castaño no era sólo sexo, era mucho más que eso, habían sentimientos de por medio lo sabía, pero él al parecer no quería admitirlo. Todo había sido especial, lindo maravilloso, las malditas polillas volvían a aparecer y estaba segura que no se irían tan fácil.
Eres mía -susurró también él, mientras entraba una vez más en ella- Sólo mía -unió sus manos y las llevó a su cabeza- Abre esos ojos hermosos -ella le hizo caso- Observame, mientras te hago el amor -ella lo miró fijamente y gimió ante la rapidez incipiente de él-
Era de él, lo sabía, pero también quería que él fuera de ella...
Un motor la hizo salir de su trance un auto se estacionaba unos metros mas allá, lo reconoció de inmediato, era el auto de Ruggero.
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Enamorate (adaptada)
Fanfiction¿Crees estar enamorado? ¿Estas seguro, Ruggero? La obsesión de este chico por su novia lo hace cometer locuras muy grandes. Inseguro de si mismo cree que su novia no le corresponde en sentimientos por lo que comienza a pensar que esta lo engaña. Lle...