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Podría haberse quedado dormido, si no fuera por el sonido del celular. Ni los rayos de sol pudieron despertarlo y es que no habían, el día había amanecido totalmente lleno de nubes, como si quisieran decirle algo.

Por primera vez en casi un mes, se duchó tranquilo y pasivo. Se vistió con sus pantalones, una polera que lanzaba un garabato no tan lindo y una chaqueta, y sus infaltables zapatillas, ¡Cuanto las extrañaba!

Guardó los papeles que le había dado Diego en su mochila, y bajó las escaleras para ver a su madre. Esta la miró extrañada, ¿No debería estar en el trabajo?.

Era hora de hablar con él.

¿Y tú? ¿Que haces aquí? -su mano venía del jardín con varías flores en la mano- ¿No te fuiste a tu trabajo?

Mamá -abrió el refrigerador y sacó una botella de jugo- No no fui, y bueno de eso quería hablarte -Su madre siguió mirandolo extrañada, ¿Sería capaz de contarle la verdad? no, no podía, Karen podía ser muy permisiva y comprensiva a la vez, pero contarle que se infiltró en un instituto de chicas la pondría como loca, lo regañaría, hasta incluso podría hacer algo que hace mucho no hacía...podía castigarlo y como él no podía desobedecer a su madre, nunca lo había hecho, estaría como un bueno hijo encerrado en la casa por un tiempo.-

¿Que sucede Ruggero? -preguntó ella preocupada-

Bueno, ya no estoy trabajando -mintió- Renuncié y bueno, estaré por aquí, como siempre -aguantó su nerviosismo, tragando un poco de jugo de naranja-

¡Oh! -exclamó ella- Bueno, me pone muy triste que hayas renunciado, pero a la vez feliz porque estarás aquí hijo -le sonrió-

Si mamá, pero ahora debo salir, arreglar unos papeles, ya vuelvo ¿sí? -dejó el jugo a un lado de él, y besó la mejilla de su madre-

Era hora de la verdad, pasó a recoger a Agustín que lo acompañaría. El castaño presentaría los papeles de Malena y él los de Annie. Todo tenía que salir bien, como estaba ideado el plan, a menos que Michelle se arriesgara y dijera toda la verdad, pero no eso no podía suceder. Como ahora estaba conociendo a la verdadera Michelle, podía darse cuenta que la cobardía la atraparía una vez mas, ella no sería capaz de decir la verdad, porque o si no él también hablaría. Y bueno a ella no le convenía aquello.

Atrajeron varias miradas en cuanto entraron al instituto, pero ninguno se detuvo si quiera a notar eso. Hablaron con una secretaria, para que les comunicara a la directora y así fue.

Luego de inventar una historia en donde, los padres de Annie y Malena eran socios y debían mudarse de ciudad, la directoria pareció creerles, hasta que les preguntó porque no habían ido personalmente los padres a hablar con ella. Ellos también habían inventado que sus padres, ya estaban en la otra ciudad, y ellos eran unos amigos de la familia, pero que traían los papeles y todo.

A la directora no le quedó de otra, que aceptar y sacar a Malena y Annie para siempre del instituto.

¿Viste su cara de 'Oh dios me quedó sin dinero y sin alumnas'? -bromeó Agustín, mientras caminaban hacia la salida-

Si -rió- Fue gracioso -mientras caminaba sintió una mirada fija sobre su espalda, se giró detenidamente-

¿Que sucede Ruggero? -preguntó Agustín al ver que miraba un punto fijo.

Es Michelle -susurró y volvió a girarse. Michelle Jackson lo miraba desde una esquina escondida, con los ojos llenos de furia- Vamos.

¡Somos libres! -exclamó Agustín-

Si tonto -Ruggero encendió el auto y comenzó a conducir- Debo decirte, que no sé que mierda hacer ahora.

¿Rehabilitarte? -Ruggero frunció el ceño, con la vista fija al frente- ¿Divertirte?

Enamorate (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora