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Sobresaltado por la voz que lo llamaba, se separó de la chica. Vio que tenía sus labios rojos y una mirada provocativa... ¡¿Que había hecho?!

Se dio vuelta asustadisimo, y se sorprendió de ver a su amigo...ahí

¡Agustin! -exclamó- Me has dado el susto de mi vida -se llevó una mano al pecho en señal de agitación si así podría llamarse-

¿Si? -sonrió mirando a Valentina- Tú me has dado la sorpresa de mi vida -rió esta vez-

Yo... -se detuvo al sentir que unas suaves manos se metían bajo su camisa, subían y bajaban con lentitud- ¿Que haces aquí? -dijo nervioso, trató de disimuladamente sacar las manos de la chica de su espalda pero ella se resistía, llevó sus manos a su cabeza, despeinándose, ¿desde cuando hacía tanta calor ahí?-

Creí oírte decir que venías a una fiesta en el centro y pues Ana quiso venir -se encogió de hombros- Cuando entré vi a Michelle, le pregunté en donde estabas y me dijo que te habías venido al baño -hizo una breve pausa- Te estaba buscando y gran escenita me encontré -miró a Valentina descaradamente, ¡Esa chica nunca dejaría de ser sexy!, pensó el castaño-

Hola castaño -logró balbucear la chica- Que guapo es tu amigo Ruggero -rió ella y se colgó del cuello de él.

Tu eres preciosa -dijo Agustín-

Eh no te aproveches -apuntó a su amigo- ¿Valentina? -la llamó, la chica estaba con la mirada perdida, su alrededor le daba vueltas, y con suerte lograba apreciar cada rostro- ¿Viniste con alguien?

Si, creo -susurró lo último- Bien debo irme -se acercó un poco a Agustín para despedirse- Adiós -le plantó un torpe beso en la mejilla- Hasta luego, Ruggero -se acercó a él y lo beso cortamente comenzó a tratar de caminar por el pasillo pero sólo tambaleaba de un lado a otro- Ah si Ruggero -se dio media vuelta- Ten cuidado con tu novia -le guiño un ojo y desapareció entre los jóvenes-

¡No lo podía creer! Había besado a otra chica que no era su novia. La situación fue bastante extraña y excitante, estaba casi seguro de que los ojos de Valentina tenían algo raro -pero no menos hermoso- que lo embrujaron o hechizaron porque una vez que los miró, no pudo resistirse a sus encantos -si así podía decirle- y pues se dejó llevar..... Típica excusa

Debía admitirlo, no se dejó llevar, quería besarla y no sabía desde cuando, ni mucho menos el porque pero simplemente quería probar aquellos labios.

Wow -habló su amigo- Menos mal que yo te encontré, ¿te imaginas hubiera sido Michelle? -la pregunta, no hizo mas que hacerlo sentir más culpable. Nunca se había esperado que Valentina estuviera en esa misma fiesta y mucho menos ebria-

Si, pero menos mal que fuiste tú -caminó un poco más y divisó a su novia en la barra de alcoholes...buscándolo- Agustín no le digas nada a Michelle -se giró a mirarlo-

Claro -murmuró- Yo iré a contárselo -Ruggerp encontró cierta ironía en sus palabras- Aunque deseo con todas mis fuerzas que ustedes terminen, no lo haré -palmeó su espalda- Pero te lo advierto, si estás confundido con esa chica, que yo lo estaría -se interrumpió a si mismo- Deberías terminar con Michelle, así no vamos de ese tonto instituto, ahora iré con Ana, te veo mañana -se despidió dejándolo solo y confundido-

Se fijó en Michelle quien bebía una lata de bebida algo aburrida, la observó bien, preciosa como siempre, ella era su chica...no Valentina. Él no estaba confundido, claro que no, Valentina estaba borracha y lo encontró desprevenido y sucedieron las cosas pero nunca, nunca terminaría con Michelle, por Valentina...o al menos eso creía

¡Ruggero ahí estas! -Michelle lo abrazó- ¿Donde estabas cariño? Me has dejado sola -un lindo puchero se asomó en su rostro-

Eh yo, estaba con Agustín -hizo un intento de sonrisa-

Ah si -murmuró la castaña sin importancia- Te andaba buscando, pero bueno ¿bailamos? -Ruggro asintió mientras caminaba juntos hacia donde todos los jóvenes bailaban sin control-

Dejó a Michelle en casa de Camille, porque ahí iba a dormir esa noche y se fue para su casa. Era muy tarde cuando por fin se acostó en su cama, suspiró pesadamente tratando de borrar la imagen de Valentina y el sabor de sus labios, aunque tratara de hacer como si no le importara él sabía muy en el fondo que ese beso le había gustado, y además el sabía... que se estaba confundiendo pero que lo admitiera, ese era otro tema.

¿Que llevas puesto en la cabeza idiota? -preguntó Ruggero al ver a Agustín-

Es una bandana -respondió, mientras se ponía el cinturón de seguridad del auto-

Te ves raro -murmuró, la imagen de Agustín con una peluca castaña y bandana negra, era entre trágica y cómica-

Me veo guapa -habló como Malena- Y además, vi a mi hermana hacerse la manicura y mira -Ruggero justo paró en un semáforo y se giró a verlo-

¿Por que has hecho eso? -intentó reprimir las ganas de reírse de su amigo, al ver como sus uñas estaban perfectamente arregladas con una manicura a la francesa-

Para cerrarle la boca a Carolina -Ruggero arrancó el auto, lanzado una que otra carcajada-

Caminó entre los pasillos del instituto con destino al baño. Ya era un poco más de las ocho de la noche y la mayoría de las chicas, se encontraban en sus habitaciones arreglando todo para el siguiente día. Se estaba lavando las manos, cuando sintió que la puerta se abría y una voz conocida entraba.

La hemos pasado genial -le habló Camille a Michelle, ambas chicas parecieron no reconocerlo- El próximo fin de semana tenemos que ir a la fiesta en San Francisco, estará buenisima -las chicas conversaban animadamente en una esquina del baño mientras él prolongaba su lavada de manos más de lo común con la cabeza agachada para oírlas mejor-

Lo sé, ya me lo dijiste -bufó su novia- Pero no sé que hacer se suponía que iba a pasar el fin de semana con mis padres y bueno iba a ver a Ruggero -en ese momento Ruggero supo que debía quedarse ahí, escuchando todo-

Oh pues -Camille pensó- Dile a Ruggero que vas a salir con tus padres a ver a tus abuelos a Fresno, que sé yo -se encogió de hombros- Y pues a tus padres, que irás con Ruggero a San Diego por el fin de semana, así vamos a la fiesta y nos divertimos un poco en San Francisco -sonrió mirando a la castaña-

Eres genial Cami -rió Michelle-

Ruggero que estaba bastante molesto y sorprendido por la situación, levantó su cabeza y fue hacia donde estaba el papel para secar sus manos, justamente se encontraba a un lado de las chicas, por lo que no dudaron en saludarlo.

Hey Annie -lo saludó Michelle- No te había visto ¿como estás?

Bien -murmuró y tiró el papel al basurero- ¿Y ustedes?

Genial -contestaron ambas- Bueno debo irme -se dio media vuelta, pero la voz de su novia detuvo su próximo caminar-

Eh Annie, ¿no querrías almorzar con nosotras y las demás chicas mañana?, digo como eres nueva para conocerte mejor -aun de espalda, pensó en lo que había escuchado. Recientemente, y en lo que Agustín le había dicho, almorzar con ellas sería, una maravillosa idea-

Claro -Respondió Ruggero-

Entonces te veo mañana -le sonrió la castaña, él tan solo asintió para luego salir de ese baño-

Estaba enfadado, decepcionado y se sentía raro, su novia iba a mentirle... nuevamente. El plan ADM comenzaría definitivamente mañana.

Enamorate (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora