Valentina salió del salón y le hizo una seña a su madre, para que también saliera, no había nadie a la vista y eso era bueno ya que nadie sospecharía que la profesora de Literatura estaría mostrando el gran libro de notas a una alumna que resultaba ser la hija de esta.
Te felicito eh -le sonrió su madre- En tres semanas has subido tus notas, vas bien cariño, a estas alturas podrás graduarte este semestre.
¡Si! -exclamó- Por fin mamá, ya me aburro aquí.
Creo que yo igual lo estaría -rió- Ya me voy a clases, no hagas desastres y estudia -ella asintió y vió como su madre se perdía entre todas las alumnas-
¿Cuando iba a pensar que ella y su madre llevarían una buena relación? Se arrepentía mucho de haberla tratado mal antes, pero la rebeldía y todo lo que con llevaba a aquello la había hecho actuar de formas que realmente no se podían considerar buenas. Además lo sucedido con su padre y con Michelle. Lucila la única persona que había estado con ella, había salido la más perjudicada con la rebeldía de ella, pero ahora todo se había solucionado y en cierta parte había adquirido más madurez ahora.
Era un viernes y Valentina permanecía en su habitación leyendo el libro que su madre le había mandado como tarea. Caro ya debía irse, pero no quería dejarla ahí sola. Sabía que Valentina había estado ocultando lo que sentía y había ocultado sus lágrimas para que nadie las viera, para que nadie le preguntara. Pero Carolina no era tonta, y los años que la conocía la avalaban. Valentina había actuado normal y más estudiosa de repente, y no había querido hablar de Ruggero, aunque se imaginaba a que llevaba todas estas circunstancias extrañas, pronto estaría segura ya que hablaría con ella.
¿Vamonos? -preguntó Caro al verla, tan concentrada-
Anda tú -le sonrió- No te preocupes por mí -miró fugazmente el libro- Yo me voy en unos minutos más, terminaré de leer el libro, si tienes un compromiso con Agustín vete enserio.
Pero ¿segura? -si tenía compromiso con su novio, pero no le diría- Puedo esperarte.
Vete mujer -le sonrió-
Valentina -suspiró- Estás rara, chica eh -sonrió levemente de lado- Si es por Ruggero -Valentina la interrumpió-
No tiene que ver con él -de pronto se puso seria y Carolina supo que de verdad había algo mal- Valentina y Ruggero no van en una misma oración-
¿Ha sucedido algo con él cierto? -Valentina suspiró- ¿Qué pasó?
Él... él me dijo que ya no quería verme -susurró- No quiere nada conmigo.
Menudo idiota -susurró también- ¿Y tú qué querías Valentina?
Yo..estoy enamorada de él -la miró directamente a los ojos y le sonrió- Me enamoré de Ruggero, Caro.
Lo sabía -le sonrió otra vez para reconfortarla- ¿Que harás?
Trato de olvidarme de él -se encogió de hombros.-
¿Y lo conseguirás? -cuestionó-
Eso espero, sinceramente eso espero. -Murmuró Valentina-
Valentina intentó mantenerse seria, al ver a su mejores amigos bailando como idiotas para reanimarla. Según ellos el instituto estaba robando mucho espacio en su mente y urgentemente necesitaba un poco de diversión, lo que ellos no sabían, era que en su mente ocupaba un gran espacio un castaño encantador y la otra mitad, estaba estresada con todo. Los hermanos bailaban alegremente pasos nunca antes vistos, y ella no quería reírse para que aquellos dos engendros siguieran haciendo el ridiculo.
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Enamorate (adaptada)
Fanfiction¿Crees estar enamorado? ¿Estas seguro, Ruggero? La obsesión de este chico por su novia lo hace cometer locuras muy grandes. Inseguro de si mismo cree que su novia no le corresponde en sentimientos por lo que comienza a pensar que esta lo engaña. Lle...