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Mientras conducía su moto, Valentina trató de no pensar en lo que se venía ahora. Ya estaba todo para que ella se fuera junto a sus padres, la casa estaba casi vacía, sus maletas estaban todas hechas, sólo tenía un poco de ropa afuera para salir. Habían sucedido dos semanas desde que se había graduado y estaba relativamente normal, había disfrutado de una semana vacacionando -como ella le había llamado- guardando sus cosas. Le costaba dejar la ciudad, le costaba muchísimo y más cuando había experimentado tanto ahí, más cuando ahí se había divertido, había llorado, había reído y se había enamorado pero debía ser fuerte y dejarlo todo.

Giró hacia su derecha con la moto en dirección a la casa de Ruggero, se supone que Agustín y Carolina estarían ahí, por lo que sería más fácil decirles a los tres que ella se iría en una semana. Había tardado bastante en decirles y no era porque no quisiese, había tenido la oportunidad antes pero simplemente quería disfrutar de sus amigos sin que ellos pensaran que era la ultima vez que irian a la playa o jugarían video juegos o irían al cine. Pero ya ahora era de hora de que lo supiesen.

Recordó a Marcos, una de las pocas personas que lo sabían además de sus gemelos.

Tengo algo que decirte -le había dicho ella frente a el en una heladería- Quizás no te guste.

Me gusta todo lo que provenga de ti -sonrió coqueto-

Te aseguro que esto no -suspiró- Marcos me voy a ir -dijo directamente y lo lamentó segundos después, ya que Marcos se había quedado mirando la nada muy serio- ¿Marcos?

¿No es broma? -sacudió su cabeza- Estaba esperando que dijeras que era una broma.

No es una broma -volvió a suspirar- Vuelvo a Wisconsin, y lamento dejarte has sido un gran amigo.

Amigo -susurró él como si la palabra le pareciese desconocida- Yo lo lamento más creeme -carcajeó irónico.

Aquella ultima frase no la había entendido claramente, pero decidió no preguntar mas, Marcos se había comportado muy afectado por la noticia, y sólo tuvo que resignarse e irse.
Estacionó la moto en el garaje de Ruggero y la resguardo. Tocó la puerta y le abrió Agustín.

Muy tarde señorita -bromeó- Adelante -hizo un gesto con su brazo invitando a pasar y ella rió-

Vió a Carolina entretenida en una laptop en la sala y a Ruggero  pensativo mirando la nada.

¡Ha llegado por quien lloraban! -exclamó y se sentó junto a ellos- ¿No me extrañaron?

Claro que sí -la abrazó Carolina.

Como los días anteriores, jugaron un momento comieron pizza riendo y vieron series de televisión, ¿en qué momento les diría la verdad?

Chicos -ninguno la tomó en serio- ¡Chicos!

¿Qué sucede? -murmuró Ruggero, que poco y nada había hablado.

Esto es importante -los miró a los tres- Debo decirles algo.

Me estas asustando -murmuró Carolina-

No me voy a morir, si es lo que piensas -rió- Sólo-suspiró- En una semana vuelvo a Wisconsin-soltó-

¡Que! -exclamó Agustín-

¿Qué has dicho? -frunció el ceño Carolina, Valentina los miró ambos parecían anonadados, pero en cambio Ruggero estaba mirando la nada, con el mismo rostro serio y sin decir nada-

Que me voy -susurró- Mis padres decidieron irse y yo iré con ellos -se encogió de hombros desganada. La actitud indiferente de Ruggero le estaba matando el pecho ¡Hasta Marcos había reaccionado con la noticia! en cambio él parecía muerto ahí-

¡No puedes irte! -exclamó Carolina y la abrazó- No me dejes por favor -Valentina la miró, parecía realmente afligida. Aguantó las lágrimas en sus ojos y con esfuerzo le sonrió-

No te dejaré -acarició su cabello- Siempre voy a estar solo que en otra ciudad -la miró- No, no llores.

Te voy a extrañar -Caro se limpió una lágrima y trato de sonreirle- Eres una tonta por irte.

Yo tambien te voy a extrañar -murmuró Agustín- Y también digo que eres tonta.

Ustedes están tan complementados -rió mientras abrazaba a ambos.

Dirigió la mirada hacia Ruggero que seguía ahí sin decir nada, que la extrañaría por lo menos, un 'no te vayas' o tan siquiera 'buen viaje' pero estaba ahí sin decirle nada sin mover ningún musculo, como muerto viviente.

Lo que no sabía Valentina era que Ruggero estaba debatiéndose en un duelo con su parte negativa y positiva. ¿Por que todo se le complicaba ahora? En una semana debía estar en Londres, y en una semana la mujer que amaba se iba de su lado.


Cuatro capítulos y se termina esto, en una hora regreso a publicar dos capítulos más.

Enamorate (adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora