Prólogo

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Habíamos permanecido en la misma habitación por horas y horas desde que habíamos llegado de la universidad teníamos diferentes carreras pero a la hora de hacer los deberes, nos ayudábamos en los temas complicados o difíciles. En mi caso las materias que más me estresaban y sacaban una mala actitud eran las que llevaban cualquier tipo de cálculo o las matemáticas en general y él todo lo que fuera análisis e historia.

—Jaebum, ¿puedes por favor parar con lo que sea que estés haciendo?— dije alzando la voz y tratando de levantarme del suelo sintiendo todos los músculos tensarse por el calambre fruto de las horas que llevaba sentada allí

Siempre era la misma rutina, comenzábamos con sus deberes primero para tomar "un debido tiempo" en la explicación de los temas teóricos y luego comenzar con los míos que por una sola razón terminaba haciéndolos sola a mi pobre entender con la cara roja y un humor de perros. 

—Estoy ocupado, dame 1 minuto y termino.— dijo mientras miraba la pantalla de su teléfono y sonreía.

Ya podía entender la distracción.

—¿Sabes? Esto no es justo.—dije comenzando a recoger los cuadernos esparcidos por el frío suelo y poniéndolos todos en el escritorio adornado de fotos escolares donde salíamos sonriendo en cada una de ellas. Suspiré.—Siempre te estoy ayudando con toda la disposición del mundo y tú a mí no, nunca terminas con las mías porque ni siquiera les prestas atención, pero todo debe de estar bien. A veces dudo de "nuestra amistad."

Dije las últimas palabras haciendo comillas invisibles en el aire dando énfasis a lo que quería decir y lo miré esperando tener su atención, carraspeé para hacer un segundo intento pero nada de eso funcionó. Lo mejor sería guardar mis cosas en el bolso y salir de ahí.

—Estoy cansada de esto.

Terminé de guardar todo y salí de la habitación sin mirar atrás, de igual manera sabía que no había notado mi ausencia. El deseo de llorar era más grande y pesado que el bolso que llevaba colgado del hombro.

—Oh querida,¿ya te vas?—bajé el rostro antes de responder a la señora Im un bajo "sí" que dudaba mucho que lo hubiese escuchado.

Comencé a bajar las escaleras con pasos inseguros y tratando de controlar los deseos de llorar hasta llegar a casa.

—¿Siempre eres así de dramática o sólo te sucede eso conmigo?—escuché detrás de mi espalda y volteé para encontrarme con un el entrecejo izquierdo levantado y los brazos cruzados sobre el abdomen.

—Deberías conocerme bien y tratar de entenderme.

—¿Crees que no lo hago?—preguntó mientras bajaba los escalones que nos separaban y tomó el bolso que sujetaba.— Sé lo que vas a decir, ya lo sé de memoria; "Jaebum estoy cansada de esto".

Sonreí de costado.

—Qué bueno que lo sepas así sabrás por qué me voy—dije tratando de sacarle lo que me había quitado, sin éxito alguno.— Jaebum dame el bolso.

Estaba dispuesta a arrebatárselo sino me lo entregaba, pero al parecer él iba ser más rápido que yo y me tomó en brazos como si de un bebé se tratara y subió conmigo las escaleras. Desde el fondo del pasillo se escuchaba la voz de la señora Im tratando de controlar la risa porque sabía lo que seguía después.

—Bájame maldito.—dije mientras mordía uno de sus brazos.— Y no vuelvas a tocarme jamás en tu vida.

Quería matarlo y a la vez no.

—Y sino ¿qué?—preguntó mientras ponía sus manos en mi cintura y comenzaba a pellizcar y hacer cosquillas.—Dime que resistirás esto.

¡Maldito! Sabía que se aprovecharía.

—N-n...o—no podía contener la risa.— Para o te m-muerrrrd-ddo.

Su cara de felicidad y satisfacción eran lo único claro que podía ver por el alboroto de pelos que tenía pegado en la cara luego de que tirara mi cuerpo a la cama y me aplastara con el suyo.

—Isa tengo que preguntarte algo.—sabía que algo importante venía en camino por lo serio que se puso y el apodo que utilizó.— Soy tu mejor amigo pero nunca me has dicho que te has enamorado alguna vez de alguien.

¿A qué viene todo esto?

En su mirada había interés y aunque quisiera esquivar el tema volveríamos a él de alguna manera. Suspiré.

—Pues...sí, sí me he enamorado y todavía lo estoy.—dije mirando sus ojos que estaban fijos en mí mientras se apoyaba con el codo a mi costado. Preferí mirar el techo.— No se lo he dicho y tampoco lo haré, haría el ridículo si le dijera lo que siento pues es obvio que no soy su tipo y tampoco lo seré... Es más ni llego a su promedio.

Cuando quise secar las lágrimas ya era tarde.

—¿Qué clase de idiota es?¿Ni siquiera lo ha notado?

—No, soy invisible para él creo que para él soy fe...—las palabras se quedaron sin terminar.

Ahí estaba él, el chico del que me había enamorado desde el primer momento que nos conocimos y del que aun sigo enamorada, el causante de cada una de mis sonrisas, el culpable de cada uno de mis arranques de depresión, él Im Jae Bum mi mejor amigo besándome con ternura y delicadeza como si tuviese temor de romper un fino cristal o un diamante.

—No sabes cuánto tiempo estuve esperando por esto.


***

Jalu, he vuelto y esta vez seré responsable.

 Prometo seguirla y actualizar rápido espero les guste y si les gusta regalen una estrellita por favor.

Con amor: yo.




Why? │jaebumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora