treinta y siete

1.5K 150 203
                                    

Why

—Entonces al final de cuentas, ¿es cierto que te casarás?

Estábamos los dos sentados en el campus esperando a que las horas pasaran.

Aunque ellas no tenían en cuenta eso.

—Sí, lo haré. Pero ya te dije que si me dices que sí, estaremos casados tú y yo primero.

Reí con ironía al escuchar la tremenda estupidez que había dicho y no pude evitar sentir la cólera pasar por la bilis.

—¿Crees que seré capaz de eso?—puse una mano en mi pecho y la otra en la cintura.—Te vas a casar Im Jaebum no es un juego.

—Pero te quiero y quiero casarme contigo también, aunque sea entre nosotros.

Me miraba como un cachorro asustado y triste.

—¿Qué crees que lograrás con decirme eso? —lo miré y recogí todas mis cosas, iría a la biblioteca a leer y pasar el rato.—No seré un juego hasta cuando estés casado.

Me levanté y sin esperarlo avancé rápidamente por los pasillos y escaleras. Sus pasos se escuchaban bastante cerca.
Seguí caminando hasta llegar a las escaleras donde sin previo aviso sustuvo mi codo izquierdo y con fuerza dio vuelta a mi cuerpo hasta verlo pegado en la pared.

—¿Vas a romper la promesa que me hiciste en Incheon?—sostuve su mirada y aunque no quisiera, no recordaba ni mierdas de lo que decía. Él lo notó.—No me dejarías.

Recordé todo lo que había dicho ese día y quise golpearme co. La pared hasta terminar rompiendo mi cráneo por haber hecho promesas que no cumpliría.

—No recuerdo haberla hecho.

—¿Tan rápido olvidas?

Nos miramos por un par de segundos, suspiré un par de veces pensando en qué decirle pero no se me ocurría nada.

Nada coherente.

—Bien, lo recuerdo.—admití.—Pero no, no voy a cumplir esa promesa.

Intenté salir de su agarre en un momento en el que aflojó y salí corriendo hasta llegar a la biblioteca.
Entré y no había nadie, al parecer el chico encargado no estaba y se me hizo más fácil entrar sin tener que pedir disculpas, en ningún momento miré hacia atrás pero sabía que él había seguido mis pasos de cerca por lo que me perdí entre las columnas de estantes que habían. Mi respiración era dificultosa y aunque intentaba calmarme me era difícil llegar a acompasarla como debería, tomé asiento en el suelo y sentí mareos de la adrenalina, me dolía todo y no entendía por qué.

—Te encontré.—escuché su voz a lo lejos y luego cerca.—¿Isa? Isa, ¿qué te pasa?

Había corrido demasiado y llevaba un tiempo sin ejercitar.

Lo escuchaba decir que no cerrara los ojos pero me era difícil no hacerlo, sentía mi cuerpo cansado y débil. Sus manos estaban por todas partes de mi rostro comprobando que estuviera bien, pero realmente no lo estaba, me dolía el pecho al respirar y mi mente estaba volviéndose un desastre.

—Isa... Isa por favor no cierres los ojos y dime qué te duele.—su voz estaba alterada.—Señálame por favor.

Intentaba decirle que estaba bien pero no podía, señalé mi pecho con las manos temblorosas y fue lo último que recordé hasta terminar viendo todo de negro, sin escuchar qué pasaba.

Why? │jaebumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora