doce

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Why

Tomé mi cabeza con ambas manos, no sabía cómo había terminado en este pequeño lío y quería salir de él lo antes posible sin dejar en un embarro a nadie y mucho menos a mi persona.

–¿Quiere decir que ya han tenido relaciones?– oculté mis mejillas con mis manos y MiSuk gritó en aprobación, le había dado una pista sin haber pensando las cosas.

–No... Bueno... Sí, ya pasó...

U

nos aplausos se escucharon y tuve que abrir los ojos para poder ver a mi prima bailar sobre su cama y decir cosas incoherentes.

–¿Cómo fue? ¿Te dolió?– tomó mi rostro entre sus manos y las saqué con la misma velocidad que las puso.

Estaba loca y estaba hablando muy alto.

–Habla bajito tonta, mis padres no saben que ya no soy tan niña... – me interrumpió.

–Pero si tienes 22 años, es hasta una leyenda que tengas esas edad y sigas siendo virgen y santurrona.

Golpeé su cabeza y comencé a buscar entre las cosas que tenía en mi bolso, me quedaría en casa de mis tíos en Incheon donde se habían mudado por sus cuestiones de trabajo y por esa razón no veía con tanta frecuencia a quien me acompañó en miles de travesuras o bueno, yo tuve que acompañar.

–¿Sigues usando esos trapos?– arrebató las cosas que tenía y las vio con desagrado.– ¿Sabes lo que haremos hoy?

Su mirada no decía nada bueno.

–¿Quedarnos en casa como dijimos desde el principio?– levanté los hombros.

Negó y salió disparada en busca de su monedero, hizo su habitación un asco en menos de 2 segundos buscando algo que estaba ante sus ojos y cuando lo vio se palmeó la frente diciéndose a sí misma idiota.

No pude evitar reír.

–Vamos al centro, toma tu teléfono y salgamos de aquí.

Me quedé parada en el mismo lugar y ella al ver que hacía caso omiso a lo que dijo, tomó mi brazo y me arrastró por los pasillos de la casa.

–Mamá, papá, tíos; iremos al centro y tomaremos un buen rato allá.– siguió su camino sin esperar respuesta y sólo pude agitar mi mano para decirle adiós a quienes antes mis habían mirado como locas.

Tomó las llaves y encendió el auto que le había regalado su novio como cumpleaños número 24 y también como regalo por haber aceptado ser su esposo a pesar de todos los dramas creados por mi prima en sus 8 años de relación, era un coche bastante bonito y no algo tan lujoso como se esperaría de un chico como él, aceleró por las calles como si fuese la única que andara en ella y tuve que rezar en medio del camino pidiéndole a Dios no me dejara morir ahí mismo y mi prima reía como psicópata cada vez que apretaba mis manos.

–Hemos llegado.– aparcó y salió sin esperarme, tuve que salir disparada.

–Gloria a Dios.–rió ante mi drama de lavantar los brazos.– Por fin, ¿qué es lo que haremos?

Sabía que nada bueno iba a salir de esto pero al final, había hablado con alguien más que no fuese Hwa acerca de lo que pasa entre Jae y yo.

–Te haremos un cambio de imagen, sigues pareciendo una niña de 12 años.

La miré ofendida y ella sólo agitó sus manos en señal de no darle importancia.

–Pero si uso ropas ceñidas y pantalones cortos, faldas y vestidos florales.– un touché se oyó.

Why? │jaebumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora