Why? │jaebum

veintidós

Why

Habían pasado 5 días desde que habíamos llegado a la villa de la familia de Yugyeom y no habían pasado muchas cosas interesantes para contar además de la paliza que recibió Bambam por parte del amargado Im Jaebum aquel día en la playa delante de todos los que estaban ahí. Habíamos tratado de impedir los golpes pero el agresor había descargado todo su enojo y frustración con el pobre chico tailandés que había quedado con serios raspones, inflamaciones y moretones por su cara.

Eran cicatrices feas pero no tan graves como para asistir al hospital pero sí para aumentar mi odio y decepción hacia él y su actitud.

—Es un animal.—limpié las heridas de los raspones que quedaban un poco más visibles y tomé la pomada.— No puedo creer que ese tipo es amigo de ustedes.

—Él no quiso hacerlo, lo sé.

Bambam era demasiado bueno e inocente aunque demostrara ser un chico valiente y maduro delante de los demás, era increíble la manera tan fácil, rápida y sencilla en la que perdonaba a los demás.

—¿No quiso hacerlo pero te dejó con moretones? ¿A eso le llamas no querer hacerlo?

—Él no es así Iseul y lo sabes... Él estaba teniendo un día muy frustrante por culpa de los chicos.—había dejado de hablar como si hubiese estado a punto de soltar algo importante.— Dios le pusieron los pelos duros de tanto hablar de eso...

Lo miré con amor cuando lo vi hacer caras cada vez que el alcohol pasaba por los rapones aún vivos e incité con los ojos a que hablara, pero él negaba.

—Habla ya joder no me dejes con las ganas de saber.

Rió por mi reacción y yo apreté el algodón con alcohol en su cara. Gritó y se removió pero hasta que no hablara no iba a hacer nada.

—Está bien, está bien.—cerró bien la puerta del baño.— Ese día todos le habíamos hablado de ustedes dos y sus peleas, ya estamos cansados de la división que hay en el grupo y la tensión que se siente en el aire.

—Pero por eso no tenía que cargarte a golpes.— agarré su mentón con ambas manos para poder ver bien sus moretones. En pocos días tal vez ni se verían los restos.— Ya está terminando.

Guardé las cosas a toda prisa y cuando iba a salir del baño él agarró mi muñeca para que no saliera, sabía que iba a seguir hablando de él pero no quería.

—Dejen de odiarse por favor.— su cara era pura tristeza.— No soporto más tener que ver sus caras de incomodidad cuando están en un mismo lugar, ya no aguanto tener que estar en reuniones sin ustedes dos abrazados o peleando por cualquier disparate.—soltó mi muñeca pero siguió hablando afligido.— Si antes era un amargado ahora es todo lo peor.

De verdad que me había tomado por sorpresa haber escuchado todo eso de parte de él porque casi nunca se metía tan en lleno en los problemas que pasaban en nuestro círculo porque él decía que su mente sólo daba para hacer desastres no arreglarlos, miré a todas partes queriendo buscar todas las palabras justas para poder decirle las cosas sin herir a Bambam.

—Y-yo no me haré responsable de pedirle disculpas por las cosas que le he dicho que le han ofendido si él no se atreve a disculparse conmigo también.— estaba siendo sencilla.— Él no busca la manera de resolver las cosas como personas normales y es él quien siempre está molesto cuando llegó a un lugar en el que él ya está.— intentó hablar pero lo corté.— Ya estoy cansada de parecer la mayor de los dos.

—Él es testarudo, ayúdalo a...

Lo interrumpí.

—No Bambam, yo no ayudaré a nadie porque me cansé de ser buena persona con todo el mundo.—sentía la cólera subir por mi esófago.— Estoy harta ya de tener que ir yo a resolver los problemas que yo no empecé como si fuera un maldito abogado o un defensor, yo siempre quise paz pero él no buscaba eso.—agarré la manija de la puerta y la giré pero antes de salir le contesté para salir y terminar.— Tal vez vayan a creer que estoy haciendo un drama o algo pero cuando las personas por fin encuentran la dignidad pisoteada que hay en el suelo no se les importa ya lo que hagan los demás y la cuida, ya llegó mi turno y no lo pienso perder.