Why? │jaebum

diecinueve

Why

Cuando decían que amarse a sí mismo era algo con mucha disponibilidad y esfuerzo, no pensé que sería algo tan difícil de lo que quisiera salir lo más pronto posible y ser la misma vaga que se auto desprecia sin darse cuenta, se encierra en un mundo del que nunca quiere salir y se compara con otras personas para causarse más dolor, porque sí; me he comparado con ciertas personas para saber qué tenían ellas que yo no teniendo como resultado un estado de depresión. Pero ya no sería más así.

Abrí la puerta del gimnasio, el saliente sol no picaba mucho pero molestaba un poquito en la vista, a mí lado venía una HwaYoung adormilada aún y un poco dolorida de la rutina que le había propuesto su entrenador.

—Pareces Bambi, camina derecha por favor.— reí y di palmaditas en sus hombros para motivarla. Me miró mal.

Abrió la boca para decir algo pero la cerró al instante y volvió a repetir la misma acción una otra vez, parecía un pez boqueando.

—Oye, ¿estás loca?— con horror y diversión la agarré de los hombros dándole un golpe muy flojo en la cabeza.

—Oh Dios... Si tan sólo v-vieras lo que... Ay Dios...

Con miedo volteé para poder ver lo que tanto le había causado admiración y yo también quedé así o peor que mi amiga, todo lo que mis ojos veían simplemente era algo que poco legal.

—Daebak.— mis ojos pasaban por su cuerpo como hace un inspector con algo, simplemente tenía que verificar que eso era verdad.

Todo en él era algo de ser poco legal; su espalda, sus piernas, su rostro, sus hombros, sus brazos... Todo en él era encantador y sólo un escultor magnífico podía hacer tremendo modelo.

—Tu vecino es todo lo que está bien Isa.— sus ojos estaban fijos en el chico de cuerpo y cara perfecta, los míos también.

Lo vi levantar la mano a mi dirección mientras la movía con sutileza como todo un príncipe hace al ver a su pueblo, la chica loca de mi lado suspiró como un ventilador metiendo su codo en mi estómago.

—Putas, eso duele.—toqué mi estómago.

Di la vuelta para salir porque solamente tenía que bajar unos pocos escalones para poder salir de ahí, pero mi querida amiga me arrastró nuevamente por un brazo.

—Ahí viene, ahí viene.

Y era afirmativo, él venía por nuestro camino moviendo su cabeza de lado a lado y moviendo su pelo con una mano como si lo revolviera. Simplemente era toda una obra de arte, no pude moverme porque el agarre de Hwa estaba siendo cada vez más fuerte.

—Hola Iseul.—pasó por nuestro lado y abrió la puerta un poco, saludó a la chica a mi lado.—¿Hola YoungHee?— hizo un ademán de saludo y aunque el nombre estuvo mal dicho, ella de igual forma sonrió.

—Hola Seokjin.

—Hola Seokjin.

Ambas habíamos dicho lo mismo y a la misma vez, ella me miró como quien descubre algo y yo volteé los ojos.

—Él ha dicho mi nombre.—con una mano en su pecho presionó en el lado de su corazón.—Vete con él idiota, vete con él.

Me empujó luego de haber retenido mi camino antes y casi caí en su espalda por la fuerza que empleó para tirarme, de mi garganta salió un grito y él antes de que cayera en su espalda agarró mis muñecas para impedirlo y con la otra muy cerca de la cadera, mi cara estaba roja de la vergüenza y el susto.