Why? │jaebum

veinticinco

Why

Los seres humanos estamos fabricados para dar amor y ser amado no dar amor y no recibir nada a cambio, pero lamentablemente nos gustaba sufrir a la par que amar, nos gusta sufrir mientras le entregamos todo nuestro a amor a alguien que no nos devuelve la misma cantidad sino en porciones pequeñas y en otras ocasiones no se llaga a recibir ni la mitad de uno y medio. Irónico.
Los días junto a Im JaeBum son un completo carril de la montaña rusa más peligrosa del mundo pues un día te sentías en las nubes con todo rondando a tu favor y en otro estabas bajando a tanta presión que no sabrías si era real o ficticio pero también existía la parte neutral donde no sabes si estás bien, mal o simplemente respirando y no lo digo porque haya pasado algo que haya afectado nuevamente ni nada de gravedad pero las constantes llamadas eran algo insoportable para mí, algo de lo que no me iría a acostumbrar nunca.

Tú quisiste esto, tú sabías las consecuencias, tú seguiste, tú te lo buscaste.

Aunque detestaba saber que yo era importante en su vida sabía que ella tenía mejor posición que la mía, yo era su mejor amiga o su escaparate, segunda opción, lo seguro, lo fácil y ella su novia, la oficial, la reconocida. Pero sabía que ella no tenía la culpa de nada, ella ni siquiera se merece esto que le estamos haciendo porque ella sí que sabe resistir tiempos sin verlo o tenerlo cerca y le sigue siendo la número 1,en cambio él no puede resistir la soledad.

—¿Tengo que preocuparme?—unas manos acariciando mi cabeza hicieron que volviera de mis pensamientos, hice un sonido de estar escuchando.— Te estás retrasando mucho en tu mente.—un beso en la coronilla de mi cabeza.— No me gusta verte así.

—¿Así?... ¿Así como Jae?

Con su ayuda levanté el cuerpo de su estómago y quedamos frente a frente los dos, puse ambas manos en su pecho y él las suyas las llevó a mi cadera.

— Así de callada, algo te está molestando.—sus ojos se veían un tanto preocupados.— ¿Quieres contarme... O preguntarme?

—No me pasa nada Jae.— sonreí y dejé un beso corto en sus labios.— No tengo nada que me preocupe.

¿Qué somos?

—¿Segura?

—Segurísima.

¿Qué soy para ti? ¿Cómo me ves?

Estuvimos acostados por otro largo rato, eran a penas las 8 de la mañana y ya ambos teníamos un rato suficiente despiertos conversando de algún tema trivial o dando un par de besos o caricias, fuera de la habitación no se escuchaba ni una hormiga pasar por lo que asumí nadie había despertado aún, era sábado y dentro de algunos días más estaríamos de regreso a nuestras casas, había hecho ya en mi cabeza un mundo antes de ir y al llegar había sido otro, más distinto.

—Dame un beso Isa.—lo miré raro pero igual lo hice.— Quiero otro.

—El segundo es por paga Jaebum-ah.—sonreí antes de amagar con dar un beso, sus dedos se enterraban en mi cabeza haciendo poca presión para dar otro.— Págame y te beso.

Sonreímos los dos al mismo tiempo y antes de darle otro beso, muy corto, guiñé haciéndole reír por el "atrevimiento" que tenía desde que habíamos llegado a tales situaciones.

—Haberte hecho mujer te ha hecho más atrevida.— dio un pico y siguió hablando.— Más suelta.—luego otro.— Más abierta.—pico y sonrisa.

—Mhmm...—hice como que pensaba.— ¿De verdad?¡NO SABÍA!

Escondí mi cara en su cuello y él empezó a mecer nuestros cuerpos como pudo dando caricias en mi cabeza, con ojos cerrados sonreí pegada a su piel desnuda por el suéter de tiros que llevaba. Estaba sintiéndome cómoda junto a él tal y como siempre me sentía pero la felicidad es corta, tiene límites y fechas con vencimientos, también tenía nombre y ese era uno claro, corto y entendible...
Hye Soo.