veinte

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Why

Había llegado el día, el día tan esperado por todos los estudiantes de universidad y también por los profesores que de cierta forma iban a tener un poco de descanso en estas vacaciones de mes y medio que tanto habíamos deseado y merecíamos, dentro de poco estaríamos en los tiempos de Navidad para entrar a un nuevo semestre lleno de más estrés con exámenes explotadores... Un poco de tiempo libre no le vendría mal a nadie. Era jueves por la mañana, el edificio era un completo caos lleno de bullicios y hojas tiradas por las ventanas, botes de basura, algunos decían que ese día iba a ser recordado hasta el año 2050 pero cada vacaciones decían lo mismo.

Para luego regresar llorando.

—¿A qué hora nos iremos?—llevaba los libros presionados en mi pecho y miraba la entrada con algo de miedo, no quería que me pisaran.

—Los chicos están fuera esperando para decirnos a qué hora será... Pero con todas estas personas aquí no podremos salir bien.

Asentí y susurré un lo creo mirando con más temor porque la entrada estaba repleta de personas, la mochila en mis espalda pesaba como el infierno y no quería caer para un mal lugar con toda la fuerza y ajetreo.
—¿Qué haremos?—tuve que preguntar desesperada al ver que no se movían.—Maldición son como los reclusos.

Los minutos ya habían pasado y aunque después de esto no tuviera nada que hacer me dolía en el alma llegar tarde a casa, Hwa estaba igual de desesperada que yo al ver a esas personas amontonadas haciendo nada en la puerta.

–Vamos a salir, no resisto más.—agarró mi muñeca y nos enlazó con una llave. Mis ojos estaban por salirse.—A la mierda todo. ¡EMPUJA!

Esto era una jodida broma de muy mal gusto, entramos al alboroto y creo que nunca en mi vida había pasado por un gallinero hasta ese momento de mi vida; todos esos estudiantes eufóricos hablando a toda prisa mientras reían y jugaban con sus compañeros, simplemente un lugar para un gallinero.

—¿Estoy viva?—toqué mi pecho con una mano y con la otra apretaba los libros que con milagro seguían ahí.

—Sigues viva amor.—habíamos quedado justo enfrente de los chicos y Jackson me esperaba con los brazos abiertos.

No dudé en llegar a abrazarlo y rodar luego hacia Jinyoung quien me arreglaba los mechones del pelo para verme mejor, agradecí con besos en su mejilla cuando terminó y le lancé besos a Yugyeom desde el lugar en el que estaba.

—Me has traicionado con este tonto.

Sus gestos eran de alguien dolorido por alguna traición, reí y fui hacia su lado corriendo pero él me ignoró.

–Suéltame.—hacía énfasis en la 'e' del final como un niño mientras intentaba zafarse de mis brazos y mis besos.

Reímos los dos y los demás en el lugar también lo hacían, pero la felicidad tiene límite y fecha de vencimiento.

—Kim Yugyeom deja ya de hacer tanto escándalo.—su voz sonó por todo el círculo haciendo que paráramos.—Me estás provocando un dolor de cabeza.

Sus ojos destilaban odio y aunque hubiese mencionado solamente a mi compañero también sabía que iba para mí, todos los chicos callaron de un momento a otro al igual que nosotros paramos lo que hacíamos. Me estaba empezando a hervir la sangre.

Why? │jaebumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora