veintiséis

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Why


—Nuestro destino de hoy son las aguas... Aguas saladas.

En medio de la sala de estar, estábamos todos sentados en el sofá intentando saber qué íbamos a hacer de esos últimos días que nos quedaban en la villa, yo particularmente no tengo problema con quedarme en la villa junto a Jaebum pero el punto había sido desde el principio ir a disfrutar a la playa.
—¿Tan saladas como tú?

—No, pero las iré yo a salar Bambam.— sentenció Yugyeom.— Es eso o no hacer nada.

Admiraba la amistad de esos dos chicos, eran demasiado expresivos y burlones entre ellos mismos pero si otro lo hacía podría armarse la tercera guerra mundial, en cambio si yo decía algo así Jae estaba empezando a buscar sus balas y cañones para disparar con sus mejores jugadores o más bien sus burlas, jugando tan bien que uno de los dos terminaría llorando y ese nunca era él.

—Quiero salir de aquí.—SeolJi empezó a hablar y mi yo celosa empezó a aborrecerla.— Aquí hace demasiado calor...—hizo abanicos con sus manos para darse aire y luego miró a nuestra dirección.— Y más en este entorno.

Los poros de mi piel se fueron calentando como si fuera un microondas, sentía humo salir por mis orejas, nariz, boca y ojos y que en cualquier momento la cabeza se me explotaría del endurecimiento que llevaba encima gracias a la querida chiquilla malcriada y además envidiosa que no podía entender o captar que Im Jaebum ya tenía a alguien más con él.
Con las manos apretadas y respirando con dificultad hice el intento de levantarme del sillón pero las manos de Jae me tomaron de los codos hasta hacerme sentar nuevamente en mi lugar, traté de no mirarlo pero su brazo sobre mi hombro provocó que mi cabeza volteara a su dirección.

—No le hagas caso.

Sus expresiones querían transmitir un mensaje de calma pero en mi estado eso era lo menos que podría tener, miré bien su rostro antes de voltear a mirar por la sala y ver si todos estaban pendiente de eso pero gracias a Dios o un milagro, ninguno estaba mirando hacia nosotros o eso parecía. Con voz baja comenté a mi compañero lo mucho que me desagraba estar cerca de esa niña.

—¿Estás celosa?—burlón susurró en mi oído y luego besó mi cabeza.

—No hay por qué estarlo.—volví a susurrarle.— Esto no es una competición.

Rió bajito y con su otra mano que aún estaba suelta torció mi cuello para que lo mirara.

—Es cierto...—susurró encima de mi mejilla.— No es una competencia porque no tienes comparación.

Dio un par de besos en mi mejilla y luego dio un par de picos en mi boca, sonreí como un niño lo hace y pude sentir las mariposas volando como a cada hora que estamos juntos ellas lo hacen, mis mejillas las sentía calientes y mi corazón daba vueltecitas de una lado a otro colo si fuera un maratón.

—Mamá y papá del equipo...—sonreí apenada y volteé a ver a los demás con Jaebum aún a unos pocos pocos centímetros de mi rostro sonriendo.—Vamos a irnos, ¿sí o no?

—Sí, iremos.—todos sonreían con burla al ver lo avergonzada que estaba.— ¿No vamos ya?

—Sí, nos vamos.

Todos se levantaron y Jae y yo hicimos lo mismo, buscamos la ropa que llevaríamos debajo y empezamos a preparar un bolso para los dos y así no tener que llevar tantas cosas, llevando solamente lo necesario.

—Estamos listos.

Con las manos entrelazadas íbamos los dos al final del camino, todos iban delante hablando de sus cosas y otros riendo como si no hubiese final pero en cambio nosotros íbamos en completo silencio, se podían escuchar las olas chocar con las rocas que estaban cerca de la orilla y la fresca brisa veraniega haciendo de el día un poco más cómodo.

Why? │jaebumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora