"¿Por qué no me puedo alejar de él, aun sabiendo que no es para mí y así me quedo?"
· Todos los derechos reservados.
· Contenido adulto, por favor leer bajo su responsabilidad.
· Historia completamente mía. No permito ni adaptaciones ni copias.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tal como lo había pensado la noche del beso no había podido pegar los ojos ni un segundo; sabía que tendría ojeras como resultado del insomnio pero, la causa de ello era más importante que el mismo sueño. ¿Valía la pena quedarse deambulando a altas horas por un simple beso y una que otras leves caricias? Sí, lo valía. Él lo valía.
Aunque luego de eso sentía la vergüenza hasta más no poder por lo estúpidamente patéticos que fueron mis habilidades al tenerlo así de cerca y en esa posición temía que su pensar pero honestamente ese día no podía estar consciente, no lo era la primera vez que besaba a alguien pero sí la primera vez con alguien que realmente acelera mi corazón y sabe erizar mi piel. Además del beso los pensamientos de dónde quedaría nuestra amistad estaban cavando su propio centro carcomiendo todo lo que estuviera a su alrededor, no quería perder su amistad aunque pudiera pasar una vida entera detrás de ese amor que nunca llegaría a enviar por el caño la persona que estuvo su vida casi completa, en todos momentos de alegría como en los de tristeza.
Podría estar ciega de amor o lo que fuera, pero tampoco sería tan tonta como para hacer eso.
—Tendré que pedirle a JaeBum que me bese a mí también. Quiero andar en el aire.— golpeé su frente con la palma de mi mano y no pude evitar reír por sus quejas.—¡Yo sólo estoy diciendo la verdad! Hoy has estado más en tu mente que aquí.
Suspiré. No podía aflojar ese pensamiento ni en horas de clases.
—Hwa, quiero preguntarte algo.— dije mientras pulsaba el tapón del bolígrafo que tenía en la mano y pensaba cómo formular correctamente la pregunta. Un claro "sí" se escuchó de parte de mi acompañante.—¿Cómo...? Eh...Dios.
—Abre la boca y suelta la sopa, ¿no ves que estoy escuchándote?
Ya la había formulado.
—¿Crees que nuestra amistad se acabará por lo que pasó?— estaba ansiosa por su respuesta, eran como las de yahoo.
Pasaron los segundos y aún no obtenía respuesta.
—Sé que fue algo verdaderamente rápido para procesar y que ambos deseaban ese encuentro, pero no por eso pienso que todo vaya a acabar.— los gestos que hacía mientras hablaba le daban más sentido a sus palabras y de algún modo me hacían sentir un poco tranquila.—Pero eso solamente lo sabe él.
Ahí estaban otra vez, las inseguridades que habían atormentado mi cabeza desde hacía ya 3 días.
—Me gusta y todo, pero su amistad es un gran pilar para mí realmente espero que nada haya cambiado entre nosotros dos.— tenía esperanzas.
—No pasará nada chica no te estreses—dijo mientras guardaba sus cosas en el bolso.— Levántate de ahí a no ser que quieras quedarte y no poder comer bolas de arroz, además sabemos que eres como un tesoro para JaeBum él no haría eso.
Confiaba en él, creía en él pero seguía desconfiando.
Recogí mis cosas y junto a Hwa-Young salí del campo verde de la universidad para entrar en los bloques y llegar a la cafetería que permanecía vacía aún pero que dentro de algunos minutos o quizás segundos estaría repleta de estudiantes preocupados por los parciales que iniciaban en una semana. Era desesperante. El timbre sonó y el caos comenzó, parecían una manada de bueyes corriendo por las filas del comedor y agradecía enormemente a mi mejor amiga por haber pedido por ambas.
A lo lejos pude ver a mi querido mejor amigo caminar por los pasillos captando miradas y suspiros a su paso, incluido el mío.
—Tranquilízate—sentí un apretón a mi mano por debajo de la mesa.— Si él no saca el tema, tú tampoco lo hagas.
Asentí tragando duramente y de un momento a otro ya no quería estar ahí.
—¿Cómo es que llegaron aquí tan rápido?—las mariposas que estaban dormidas salieron a flote y con ellas los nervios también. No levanté la cabeza aparentando que estaba disfrutando la comida.
Amaba las bolitas de arroz pero el querer comerlos no me estaba generando satisfacción.
—Pues la profesora de Estadística no pudo asistir.
Sentí un pellizco en los muslos provocados por Hwa, levanté la cabeza y al instante me arrepentí. Sus bellos globos oculares estaban sobre mí como si esperara a que abriera la boca.
—Es cierto, por eso nos fuimos al campus para estudiar.
"O tratar de estudiar" pensé.
—Quiere decir que entendiste los temas.—dijo mientras sonreía.— Hice un gran trabajo.
Sentí la bilis rebosar y no pude aguantar las palabras.
—¿Que hiciste un buen trabajo Im JaeBum? ¿Te estás escuchando bien?—estaba comenzando a arder y él lo sabía.— ¿Tengo que refrescarte la memoria? Te recuerdo que no hiciste nada por mí, es más creo que ni viste el cuaderno.
Si no me calmaba iba a terminar asesinándolo y armando un escándalo, no quería ser protagonista de los chismes del campus por haber soltado cosas que me avergonzarían después.
—Yo me iré chicos no quiero ser testigo de sus discusiones escandalosas.—escuché decir a Hwa-Young y ver cómo se levantaba de la mesa. No podía apartar los ojos de los de JaeBum.
La atmósfera se congeló cuando de sus labios salieron las palabras que estuve mentalmente evitando.
—Debemos hablar.
La respiración se atascó pero tuve que disimularlo y actuar.
—¿Sobre qué?—sentía el corazón en la lengua.
—Sobre lo que pasó. —como pude puse mi mejor cara de desconcierto—Lo del beso.
Estaba ansiosa, nerviosa y desesperada.
—Lo sé, todo fue un...—me interrumpió.
Sabía muy bien las palabras que diría, pero no pensé que viniendo de él iban a doler tanto.
—Un accidente que no debió pasar.
***
Holaaa, estoy de regreso y con un nuevo capítulo.
Hasta a mí me dolieran esas palabras, tengo el corazón roto.