Why? │jaebum

cuarenta y tres

Why?

Hoy, por fin podía decir que estaba felizmente casada con un hombre que por más que intentara negarlo, le tenía un gran aprecio y un cariño inmenso, era un hombre valiente y decidido por sus gustos que no temía de las opiniones de los demás cuando se trataban de sus asuntos personales y sin tener barreras se lanzaba por ello. Hoy 5 años después de todo lo que pasó con mi vida y mis malas decisiones, las decepciones y todas las mentiras envueltas por medio del embarazo de mis dos hijas y el supuesto padre biológico, sí, biológico.
Muchos decían que mis hijas no eran de Taehyung sino de MinSeok y otros decían que simplemente no eran de él, pero él y yo sabíamos que no eran suyas.

Hoy 5 años después no sé qué pasó con mi primer amor, qué hay de su vida o cómo lo está pasando con su familia, me enteré que había formado una familia de 3 con Hye Soo y que vivían felizmente, eran una pareja totalmente distinta a cómo eran en el noviazgo y que ahora eran mucho más unidos que anteriormente, tenían una empresa entre ambos y cada uno atendía sus asuntos pero que eran unidos, no supe más de él, pero en una forma lo agradecía, pude olvidarlo como tanto deseaba, lo olvidé de una forma en la que soy y siempre seré consciente del amor que sentía por él y que aun siento pero sólo un amor de amistad. Luego de unos meses en los que hablamos un par de veces, decidí cortar todo tipo de comunicación con él pues no avanzaba en nada y estaba empezando a aferrarme a él con cada llamada, cada mensaje... Nuevamente cayendo a él.

Con Taehyung todo era diferente a como esperé que sería; en mi mente había una imagen de una relación aburrida y monótona pero cada día estoy más sorprendida del hombre que tengo a mi lado, tal y como él había dicho cuando nos besamos, eso mismo había hecho.

Me enamoró con cada cosa mínima que hacía.

Las niñas lo adoraban y creían a cien por cien que él era su padre pero aún no tenían el apellido Kim pues sentía que estaba siendo muy tosca, apresurada y tal vez un poco egoísta al no dejar saber al padre que tenía dos criaturas hermosas viviendo y haciendo desorden por las calles, mi hogar y mi vida.
Eran dos regalos que no estaba dispuesta a devolver si tuviera la oportunidad pues aprendí a amar sin conocer y a esperar pacientemente, aprendí que él amor verdadero está en cada dibujo extraño o cada beso lleno de saliva como ellas solían hacer y entendí que todos necesitamos experimentar lo que es lindo, natural y mutuo.

En este momento, las observaba sentadas a ambas en el asiento trasero dormidas profundamente por el viaje, era su primera vez saliendo fuera de su ciudad y entendía que estaban cansadas.

Eran preciosas.

—No las quiero despertar.—comenté a Tae quien me miró enternecido.—¿Qué sucede?

Sonrió con un brillo fascinante en los ojos que hizo mi estómago revolver.

—Eres una gran madre, ¿lo sabías?

Posó su mano en una de mis mejillas y las acarició con delicadeza, sabía que me dejaba en el suelo cuando hacía eso.

Habíamos llegado a casa de mis padres y con cuidado de no golpear cabecitas al salir del coche, sacamos a las niñas, estaban rendidas.

La puerta fue abierta mucho antes de nosotros haber tocado, en ella pude ver a mi madre y padre sonreír como tontos viendo lo grande que estaban sus dos estrellas.

Tenían mucho tiempo sin verlas.

—Están enormes.—los susurros de mi madre me estaban causando gracia.—Llévenla arriba.