Over (#5)

25. alce guardián

over todavía estaba sentado mirando sus tortitas frías cuando escucho un agudo y aterrorizado grito. 

Mandy! estaba sola en el bosque , y aunque no creía que ningún hombre de la zona salvaje se atreviera a tocarla, mas teniendo en cuenta que ella olía íntimamente a él y ademas llevaba puesta una de sus camisetas, no debió haber permitido que ella saliera sola al bosque. podría haberse caído y echo daño.

- ya voy nena!- grito saliendo de la casa y como ya no escuchó ningún grito aspiró profundamente para detectar su olor y saber que dirreccion coger. oeste. corrio unos docientos metros y derepente la vio.

-¡No te hará daño! ―gritó Over, al ver como ella estaba apoyada aterrorizada contra un gran arbol mientras un enorme alce la miraba fijamnte a un par de metros de ella. - no te muevas.

No la atacaría, pero podría cocearla si ella se acercaba demasiado.

―Es un herbívoro. ―aseguró Over, riendo. Habían pasado semanas y semanas desde que Over había reido sinseramente,―. es una alce.

Mandy dejó escapar un gritito, se volvió y se alejó a trompicones tan rápido como sus pies desnudos le permitieron. No solo corrió lejos del alce. Se lanzó directamente hacia sobre Over casi arrojándolo al suelo,  saltó a sus brazos, envolviendo sus piernas alrededor de él.

Todo el cuerpo de Over se sacudió con la fuerza de su risa, pero la sostuvo como si tuviera la intención de protegerla, no importaba de qué, y todo saldria bien, en el fondo lo sabia.

―Hay tanta naturaleza, Over. ¡Está en todas partes! ―insistió Mandy mientras Over la llevaba al porche. ―¿Por qué hay tanta?

―Esto es la zona salvaje, nena. Aquí la naturaleza es el gancho comercial. Nadie viene a esta parte de la reserva esperando una tienda Neiman a la vuelta de la esquina. 

 El rostro de Over estaba completamente abierto y feliz, ella estaba enfadada pero aun así cuando tuvo miedo confió en el para protegerla. Se inclinó para rozar sus labios contra los de Mandy. Ella se encontró con él a medio camino. Cuando el beso terminó, Mandy no trató de retroceder, sino que simplemente enterró la cara en su cuello y se agarró bien.

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Mandy tomó un largo trago de su vino, el maldito no tenia cafe pero si vino. y se quedó mirando por la ventana al bosque . Habían pasado horas y horas desde que había escapado, sólo para dar la vuelta y correr de nuevo a los brazos de su "captor".

Un alce no debería ser tan grande. Enorme. Descomunal. Y mocoso. Esa cosa podía sacar un montón de mocos.

―¿Estás bien? ―Over estaba en la puerta, apoyado despreocupadamente contra ella.

Él era tan hermoso que te partía el corazón.No invadió su espacio, que se quedó tan lejos de ella como fuera posible.

―Estoy bien. ―Excepto que ella era más tonta de lo quien creía y la evidencia frente a ella lo demostraba. 

Y ella era una tonta, porque sabía que se estaba enamorando del hombre que le había hecho tanto daño.

Nada en el mundo se había sentido tan bien como correr hacia Over esta mañana. A pesar de que salio enfadada de la casa, algo dentro de ella había seguido insistiendo en que estaba cometiendo un gran error. Pero la lógica le decía que debería querer escapar del daño que él le hizo, por lo que había seguido adelante. Muy rápidamente, Mandy se había dado cuenta de que no sabía absolutamente nada acerca de cómo sobrevivir en el bosque.

- vas a volver a escaparte? sabes que debes quedarte aquí al menos hasta que sepamos quien intenta hacerte daño.

- ahora que sé que tienes un alce guardián desde luego me lo pensaré mejor antes de salir a pasear medio desnuda. no creo que sea buena idea quedarme aquí. hay otros sitios donde pueda irme, con gente que no crea que soy basura.

- yo no creo que seas basura, maldita sea no pongas palabras en mi boca que yo no he dicho. se que metí la pata, pero eso no quiere decir que vaya a rendirme, dame una oportunidad para demostrarte lo arrepentido que estoy. 

ella le dio una espalda 

- no creo que sea una buena idea. 

- si que lo es- dijo Over posicionándose detrás de ella y armándose de valor la abrazó por detrás, el cuerpo mas pequeño de ella totalmente absorbido por el de él. ella se puso rígida, el no se dejó amedrentar por ello y tomándose mas libertad le beso el lateral del cuello, sus manos abarcaron su cintura y el disfrutó del estremecimiento que recorrió  el cuerpo de ella, puede que estuviera enfadada con el, pero su cuerpo no lo estaba y sabia perfectamente a quien pertenencia. - eres toda mía, no lo niegues, soy estúpido, pero soy tuyo. y te protegeré como tu te mereces. - sintió como el cuerpo de ella se derretía , le dio la vuelta y agarrándola  no le costó nada sentarla en el alfeizar de la ventana , con las piernas abiertas y se posicionó entre ellas, con una de las manos la agarró del pelo y le abrigó a levantar la vista y mirarlo a los ojos. - estoy aquí, contigo, dame una oportunidad, no volveré a desconfiar de ti. 

- no se...

- si sabes, -y la besó. y ella le devolvió el besó. 

over estaba a punto de rasgarle la camiseta que ella llevaba puesta y dar rienda suelta a la pasión cuando a lo lejos escucho el sonido de un coche acercándose, rezó para que pasara de largo hasta otra parte, pero no tuvo tanta surte, dos todo-terrenos pararon enfrente de su casa y de ellos bajaron varios machos. maldita sea.

- sube y vístete. tengo pantalones deportivos en uno de los cajones de la habitación . ponte también una sudadera.

- eh...? - dijo ella todavía abdusida por las sensaciones de sus labios y sus grandes y callosas manos sobre su cuerpo. 

- tenemos compania, y con esa camiseta se te marcan los pezones y cuando andas puedo verte el culo y el coño.

- que? porque no me lo has dicho antes?

- de verdad quieres hablar de eso ahora? - dijo el todavía con sus manos sobre los muslos abiertos de ella, - vete arriba y cámbiate, no quiero que otros vean lo que es mio.

ella le iba a contestar que no era suya, pero sus palabras se vieron interrumpida por los enérgicos golpes en la puerta de la cabaña, así que en lugar de enfrentarse a el, le dejó que la bajara del alfeizar y corrió escaleras arriba, sabiendo que sin duda le estaba ofreciendo una vista de toda sus partes intimas.