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7 horas, 47 minutos.

En el despacho del doctor Pons habían dos sillas únicamente, así que mientras esperaban, él entró en un pequeño cuarto de baño y regresó con un taburete que colocó en medio de ellas. Jin y Namjoon ocuparon las sillas. Taehyung el taburete. El médico rodeó de nuevo su mesa para ocupar la butaca que la presidía. Desde ella los observó.

Había una vida en juego.

— Ahora que su amigo, por lo menos, está estabilizado, es hora de que retomemos la conversación que antes iniciamos.

— Ya le dijimos todo...

— ¿Quienes tomaron las pastillas?

— Yo —volvió a hablar Jin

— Todos, ¿verdad? —preguntó el doctor a lo que todos asintieron.

— ¿Éxtasis?

—Sí

—¿Suelen tomarlo a menudo?

—No. —dijeron al unísono los chicos.

— ¿Qué efectos les causó? —continuó el interrogatorio.

—Era como... si tuviera un millón de hormigas dentro —dijo de nuevo Jin, dispuesto a hablar —. Mi cuerpo era una máquina, capaz de todo. Un estado de exaltación total.

—Yo quería a todo el mundo. —reconoció Taehyung—. Un rollo estupendo. Me dio por reírme en cantidad.

—Sí, eso —convino Namjoon—. Era como estar muy arriba, no sé si me entiende. Arriba y muy fuerte.

—¿Y ahora?

No hizo falta que respondieran. El bajón ya era evidente. Fueran o no habituales, podían tener náuseas, cefaleas, dolor en las articulaciones...

— A Yoongi se le subió la temperatura del cuerpo.

—No. —dijo Namjoon deteniendo a Jin— primero se mareó y luego vino lo de los calambres musculares.

—Fue todo junto. —apuntó Taehyung—. Yo me asusté cuando vi que dejaba de sudar. Entonces comprendí que le venía un golpe de calor.

—Luego empezó con convulsiones, el corazón se le disparó y...

—Necesito una pastillas de esas, para ayudar a Yoongi.

—No las tenemos. —murmuró Taehyung.

Suspiro con fuerza. Hubiera sido demasiada suerte. Con una pastilla al menos sabría que llevaba Yoongi en el cuerpo. Un análisis de sangre no bastaba. Había que analizar el producto.

Ni siquiera sabían contra qué luchaban.

—Cada cuerpo reacciona de una forma distinta. De hecho, no hay nada, ninguna sustancia, capaz de provocar la reacción como lo que le ha sucedido a Yoongi, un coma en menos de cuatro horas.

—Se pondrá bien, ¿verdad, doctor?

Y no tenía ninguna respuesta para el chico moreno ilusionado por escuchar un "sí". Ni siquiera un mínimo de optimismo en qué basarse.

—Pueden retirarse.

ALERTA ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora