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19 horas, 17 minutos

Jin y Namjoon se apoyaban en la pared, cerca de la puerta. Hacía rato que habían dejado de mirar en dirección al interior de la discoteca. Su atención se centraba más en quienes entraban o salían, incluso en su aspecto, si llevaban algo en las manos, como si esperasen ver unas pastillas recién compradas. No había ni rastro de Taehyung ni de Jungkook.

—Ese tipo no viene —dijo él.

—O ya se ha ido —arguyó.

Jin giró la cabeza hacia el otro lado.
Y se encontró con el tumulto.

Tan próximo a él que ya lo tenía encima.
Un hombre corriendo hacia la puerta, vagamente familiar, aunque la noche pasada apenas si le había lanzado una ojeada. Y detrás, a unos metros que eran como una enorme distancias, Jungkook primero y Taehyung después.

Reaccionó demasiado tarde, barrido por el viento de la sorpresa.

—¡Namjoon!

Cuando su novio se movió, ya no pudo impedir que el camello lo atropellara, empujándole sin miramientos. Cayó hacia atrás, y, al intentar sujetarse, arrastró al desguarnecido Jin con él.

—¡Se escapa! —chilló.

El camello salía por la puerta cuando ellos todavía estaban en el suelo y los otros a demasiada distancia como para impedirlo.

ALERTA ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora