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18 horas, 30 minutos

Eso debe quedar por aquí, ¿no? —dijo Namjoon mirando por la ventanilla.

—Supongo, no sé —hizo lo mismo Taehyung.

—Ahí delante —les indicó el taxista—. Pasado el próximo semáforo.

—Bueno.

Los dos chicos miraron al mayor de todos, como si fuera el jefe o tuviera algo más que decir.

—¿Qué hacemos? —quiso saber al ver que su novio no seguía hablando.

—¿Qué quieres que hagamos?

—No sé. Una vez que nos reunamos con Kookie...

—Todos estamos fastidiados —reconoció el muchacho—, pero esto es de Jungkook, así que lo único... tratar de que no haga nada... En fin, ya me entienden.

—Va a ser muy complicado.

—¿Tú estás bien? —le cogió una mano. No se habían tocado desde que estuvieron en la cama juntos.

—Sí.

—¿De verdad?

—Sí, de verdad.

No lo estaba, pero ahora al menos no se sentía como en su casa, con aquella presión y aquel miedo, pensando en Yoongi. Incluso agradeció el contacto lleno de calor de Nam.

El taxi recorrió el último tramo de calle.

—¡Ahí está Jungkook! —Taehyung fue el primero en verlo.

ALERTA ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora