Twelve

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Era Domingo y me había levantado de un salto de la cama cuando papá dijo que iría a buscar a la abuela a la estación. Si, nena de la abuela. Pero la felicidad me duró hasta que me levante, el ambiente estaba extraño, un día más.

- Meteré la ropa clara - murmuré abriendo la lavadora.

- Esta bien, recuerda el jabón - 

Luego de encenderla y todo llegó Ni con  una fuente de comida, inmediatamente lo miré alarmada.

- Tu la hiciste? - mire las exquisitas papás al horno con pescado. Olía realmente bueno.

- Si, y esta rica, así que saca esa cara - me esquivó y se fue a la cocina. Subí a mi pieza y me vesti obviamente quedando descalza, estaba en casa.

Mamá me pidió que vistiera a James así que le puse una remera de Monster Inc con unos jeans.  Lo tomé mientras me platicaba de una historia que papá le había contado anoche. El ruido del portón siendo abierto solo significaba algo. La abuela había llegado. Corrí escaleras abajo. Abrí la  puerta del garaje emocionada. Hacia tiempo no la veía.

- Oh córrete - Niall me empujo quedando primero  - Mamá! - dijo emocionado y todo lo que vi fue la melena rubia de la abuela y la estúpida espalda del estúpido e inmaduro tío.

- Mi nene - lo abrazó - Estas grande

- Pero sigo siendo tu bebé - 

Por favor. Cuanto tiene?

- Ya, se acabo tu tiempo- lo corrí y me miró mal.

- Siguen igual - rió


*********  *********


El tiempo se había estancado, pero solo eso porque mi cerebro pensaba en millones de cosas, de injusticias y cosas del destino, intentando darme fé en que las cosas pasan por algo, sea por bien o por mal. Como siempre nos dicen que disfrutemos de lo que tenemos pero quien realmente se pone a hacerlo constante? Como siempre nos dicen que la vida no es nada seguro, que hoy la tienes y mañana no lo sabes y si eres consciente de ello simplemente te vuelves loco o te etiquetan como emo, y es que tal vez la gente no los quiere a ellos porque son demasiado reales, verdaderos y ¿Quien esta listo para la verdad? Nadie, muy pocos. Y yo no lo estaba, no lo estuve, la evite sin saberlo realmente. Niall aun lloraba sobre mi cabeza, y aunque mis lagrimas habían parado sabia que ese dolor y desesperación del llanto no se irían por un tiempo. No se irian hasta que mi corazón y mente lo entendieran. Era una realidad, de muchas familias ya hora de la mía también.

Sus brazos me sujetaron fuerte mientras su cuerpo entero se sacudía por el llanto. La abuela ya se había ido a la habitación de invitados a dormir. Papá hace rato se había ido al patio y mamá dormía James. Levante mi cabeza de su pecho, no sabía que decir, pero algo tenia que salir de mi boca.

- Déjalo salir, ahora duele pero sabes que tenemos que apoyarla y acompañarla -

-Debería se yo quien te dijera eso - rió sin ganas - Me haces un asco de tio -

- Siempre lo eres - oh no era momento para decir eso. Me miro con una cara que me partió el alma. Soy la peor persona del mundo - Claro que no - me reí - sabes que eres el mejor tío del mundo y que no te cambiaría por nadie - lo abracé

- Aun no paro de llorar y me haces llorar más? -

-  Ya basta. Ven, te hago un lugar en mi cama -

Daddy?  ;; hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora