- Hola Ellie!- saludé
- Bella - volvió a hablar
- Harry, no peleemos, si? - murmuré esperando que abriera la puerta de su oficina.
- Es que realmente quisiera hablar antes de - lo interrumpí
- No hay nada que hablar - dije obvia - Aimee es algo de tu vida personal de la cual me has dejado más que claro que no quieres hablar, enserio, esta bien -
Mi voz sonó tranquila y es que en verdad lo estaba, por lo que no logré entender el porqué de su ceño fruncido y la gran bocanada de aire que tomo. Lo mire confusa. Que? ahora queria que insistiera?
- Pero si quiero contarte - miro el techo bajando sus hombros - Por favor déjamelo explicarte -
- Te escucharé si es lo que necesitas, pero no quiero quejas ni nada -
- Claro que no l- la puerta se abrió y, allí estaba ese metro y medio de ojos verdes y dos trenzas.
- Hola Bella - me sonrió y me agaché a darle un corto abrazo, ella extendió sus brazos hacia Harry este solo tardó unos minutos en alzarla. Murmuró algo contra la piel de Harry y esta asintió.
- Ya te conseguiré algo - le respondió - Ellie...crees que puedes bajar a comprar una merienda con Aimee? - le preguntó y ella asintió sin problema.
Me apoyé en la pared y vi como la pequeña corría hacia Ellie, Harry le dio plata y finalmente ambas desaparecieron.
- Tienes suerte de que no tenga problema en esta con extraños -
- Oh, creeme que tu tienes más - me hizo una seña y entramos a su oficina donde había un par de muñecas.
Que ironia. Pensé viendo como sacab un libro de dibujos y unas crayolas de su escritorio, en el cual lo habiamos hecho más deuna vez.
- Si, sé lo que estas pensando - rió - pero así son las cosas.
Como normalmente lo hacíamos los dos comenzamos hablar de las cosa, en quince minutos vendría la chica encargada de los talleres. Estabamos viendo los encargos de tela que faltaba y demás para ver los tiempos cuando la puerta se abrió.
- Tomé el vuelto señor Styles - se acercó Ellie
- No hace falta, dejatelo - él negó y Aimee se acomodó en el sillón con un juguito en caja un paquete de galletas.
- Bien, con permiso - se fue cerrando la puerta.
- Boo, con Bella estamos resolviendo cosas, compórtate, si? -
Me daba mucha ternura ese modo de llamarse que tenían, era demasiado tierno. La pequeña asintió con un pedazo de galleta en su boca, le sonreí. Me había hecho dar hambre...
- Ah! - se paró y vino hasta nosotros buscando algo en el bolsillo de su sudadera negra - les traje esto - tomó la mano de Harry y puso un par de caramelos en esta, se acercó a mi y me hizo extender la mano también dejando un chupetin de estos que son como anillos.
- Oh Aimee, no hace falta - le sonreí y Harry me negó al ver que se lo iba a devolver.
- Muchas Gracias amor- le agradeció - siempre tienes que ser así y compartir -
Ah...claro...bueno, tal vez lo de criar niños no era lo mio.
Abrí la golosina y lo puse sólo al comienzo de mi dedo porque era demasiado pequeño. Le di una lamida al caramelo amarillo, era rico , le di otra.
- No me hagas esto - negó y fruncí mi ceño ahora lamiendo el resto de dulce de mis labios - No me hagas tener que mandar a la niña con Ellie de vuelta -
sonreí entendiendo a lo que se refería y volví hacerlo.
- A mi me gusta - alcé los hombros
********** **********
De un modo u otro Aimee termino viniendo a comer al restaurante favorito de papá con nosotros, ella jugaba con James ahora y por primera vez en verdad mucho tiempo, estaba teniendo una buena charla con papá, ya saben, una charla no esa cosa de preguntas y respuestas.
Mañana Reece iría a casa, así que hablamos de él y me emocione mostrandole alguno de los cover que tenían en YouTube y demás. La verdad es que quería verlo y hablar de forma torpe de cosas importantes como siempre lo hacíamos.
- Mañana tenemos turno con la organizadora para probar tortas -
- Entonces ira Sierra a la casa? -
- Si, ashi estas co- un leve jalón en mi brazo mi interrumpio.
-Bella - susurró una avergonzada Aimee - necesito ir al baño y no sé desprenderme este pantalón - hizo una mueca - Brook o Harry siempre me ayudan -
Mientras esperaba que Aimee terminara de hacer sus necesidades apoyada en el lavatorio, mi teléfono vibró.
Harry:
Sigo duro de solo pensarte con aquella golosina. Papi te desea.
Gracias por cuidar de Aimee.
Como dos malditas lineas podían ser tan diferentes? Decidí jugar y al ver que Aimee aun no dejaba de cantar, si porque estaba cantando, apreté el icono de cámara y la puse para que se viera solo hasta la mitad de mi cara y saqué el dedo corazón.
¨Para ti¨
Le envié y volví abrir la cámara esta vez tirando un beso.
¨Para tu polla¨
La puerta se abrió y sonreí.
********** *********
- Shh mis rodillas ya duelen - me quejé ante en la posición que me encontraba frente a Mai.
Hacia una media hora mamá y papá se habian ido a su cita con la organizadora de bodas y Sierra se había ido con los niños al parque un rato por en realidad había un día muy lindo.
Justo estaba en mi sesión de depilación cuando Mai llegó, y como siempre, me había pedido que depilara su ombligo pero ahora no dejaba de quejarse.
- Bella mierda! eso esta caliente! - se corrió
- Si hubieras aguantado más recién no tendría que volver a hacerlo - me quejé.
Si, tenía su pene a solo unos centímetros y unas capas de ropa pero no era como si me fuera algo incomodo, agregando de que se había bajado más los calzoncillos.
- Vanni es la que se encarga de esto - suspiré esperando que la cera se secara un poco. La tome de una punta y la saqué de un solo tirón.
- Uf - suspiró fuertemente
- Ahora tienes piel de bebé - le pasé la mano
- Aja - paso su mano quitando la mía. Reímos.
- Dile a Lexi que no fue nada - bromeé y ahora seguí con mis piernas.
Hablamos por un rato hasta que terminé con la sesión de belleza y nos fuimos al sillón. No alcance a prender la tele que el timbre sonó. Reece había llegado.
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Lo sé, un poco aburrido, pero es que necesito llevarla? para ya empezar a escribir todo lo que nos llevaría al final, pero son demasiadas cosas las que nos llevan así que unos 10 capítulos más hay para que termine seguro.
Espero todos esten bien!
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Daddy? ;; hs
FanfictionBella creyó conocer a Harry Bella creyó conocerse a sí misma Bella no creyó en el destino Pero la verdad es que nunca se termina de conocer a una persona. Y que nunca sabemos que nos tiene el destino preparado.