Fifteen

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- Tendrás que desfilar eso para mi - besó mi mandíbula

- Lo que sea para Daddy -

- Si? - me corrió - Súbete - palmeo el escritorio. Me levante de la silla me senté con las piernas a cada lado de su cuerpo. Su cabeza quedaba a la altura de mis pechos. Tome su pelo entre mis manos y él puso las suyas en mi cadera, acariciando esa zona y acercándome más.

- Eres muy bella - reí por el doble sentido de eso -Tanto que no puedo sacarte las manos de encima - contorneo mi figura hasta llegar a mis mejillas y atraerme a él y juntar nuestros labios, haciendo un beso sucio, desesperado y torpe. Mis manos aun estaban en su pelo y tiraba de el a la vez que le acariciaba el casco haciendo que suelte gruñidos. Bajo sus besos por mi cuello hasta detenerse en el cuello del sweater y volviera mis labios.Su sabor era adictivo era un poco dulce, ningún sabor fuerte a menta ni nada amargo, era algo simplemente adictivo. Al igual que su pelo, no era extremadamente suave y sedoso, incluso era algo desordenado y rebelde pero era hermoso, se le veía hermoso. Todo en el era hermoso. Sencillamente hermoso.

- Tan bella- murmuró con sus manos escabulléndose entre mi falda y el cancan. Me las bajo junto con las bragas y gemí al sentir el frió escritorio. Se alejó un  poco y se desprendió los primeros botones de la camisa haciéndolo ver condenadamente sexy. Separó más mis piernas quedando mi vagina a su completa disposición. Me sentí nerviosa de que me mirara así, pero a la vez solo quería que me tocara, quería que lo hiciera.

- Y toda mía - se relamió los labios antes de comenzar a dejar besos por todos mis muslos y acariciarlos. En el momento en que sus dedos me frotaron un jadeo placer salió de mi garganta.

-Mhm alguien esta demasiado mojada - 

Sus labios volvieron a tomar los míos y no pude estar más agradecida.Con sus dedos comenzó a frotarme lentamente, tocando delicadamente mi clítoris cada tanto. Metió un dedo dentro de mi y se sintió completamente extraño, pero no quería que lo hiciera.

Moví mis caderas en busca de más y una sonrisa se formó en sus labios, se alejó de los míos y volvió a besar mis muslos sin parar sus movimientos. Su lengua  lamió toda mi intimidad y no me resistí

- Más por favor más -

- Uhm? - tarareo dando otra lamida

- Más Daddy- 

introdujo otro dedo en mi y eche mi cabeza para atrás, su lengua hacia lo que quería  y cada tanto sumaba otro dedo pero no podía pensar en otra cosa que no fuera lo bien que se sentía esto. Mi cuerpo se contrajo y él aumentó el ritmo de sus dedos.

- Estoy listo nena, vamos, quiero saborearte -

Unas lamidas más fue todo lo que mi cuerpo pudo soportar antes de sentir mi zona. Estaba muy sensible y su toque era demasiado.

- Muy bien nena - subió su cabeza y beso mis labios. Mis mejillas se tornaron rosa  Eres una buena nena de papi - beso toda mi cara. Subió mi ropa y me bajó del escritorio para limpiar este.

- Puedo hacerlo yo - me paré de su silla donde me había dejado

- Oh claro que no, prepara tus cosas, ya nos iremos - asentí aunque no podía verme ya que estaba de espaldas.

Tome la tablet en la que hacíamos todo y la apagué, cuando fui a guardarla en el cajón de su escritorio la tomó de mis manos bruscamente y se dio la vuelta para guardarla. Okay, vaya a saber que había en el cajón. Volví y pusé sus lapiceras en el lapicero y tome mi mochila junto a   sus anillos que se había quitado hace un rato. 

Daddy?  ;; hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora