Daddy? ;; hs

Thirty Two

Bella

La hora no pasaba más. Me estoy muriendo de sueño, empecé a ver a mi al rededor que podía despertarme.  Me estiré hasta el banco de Mai y le saqué la manzana que tenía. Le dí una mordida y festeje mentalmente al saborear lo jugosa que estaba. Justo lo que necesitaba.

- Señorita Horan, es la tercera vez que la tengo que retar en mi clase por comer -me reprochó el profesor

Este es mi gran momento

- Lo siento es que no me siento muy bien y pensé que tal vez fuera hambre -

- Quiere ir a la enfermería -

si!

- No quiero interrumpir su clase - dije haciéndome la apenada

- Ya lo hizo, vaya -  le sonreí de forma agradecida y tome mis cosas

Nunca nada me había salido tan bien creo yo.

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Por alguna razón, Harry me había mandado un correo, no sé como consiguió el mio, pero sinceramente ni me importa ni me sorprende. Así que creo había tomado la decisión de que ahora haríamos las cosas así, a través de una computadora. Como para sacar alguna duda de que no me quería ver más.

Como otras tantas veces, se me estrujo el pecho, por la misma razón que otras veces. Había gente que se tropezaba con la misma piedra y después estaba yo que me la ponía solita en el camino.

- B- James entró a mi pieza

- Te he dicho  que tienes que tocar - lo reproché 

- El tío Niall llegó - me hablo con puchero. Sabe como comprarme.

Lo tome en brazos  y bajamos juntos. Berwin estaba en los brazos de Niall. Suspiré. James empezó a llorar aferrándose a mi cuello. Ya no era un bebé para que hiciera esto, yo entiendo que estaba celoso al principio, pero el bebé ya es parte de nuestra familia hace un poco más de un mes, ya notó que no hay competencia alguna para él.

- Mira quienes están allí, los niños de mis ojos, tus hermanos - Nos señaló

- Lo sé, pero yo soy la más importante ante tus ojos- bromeé y Berwin giró su cabeza al escuchar mi voz. James lloró más. Con Niall bufamos 

- Que venga el niño más lindo de la casa a darme un beso - acostó a Berwin en el sillón.

Mamá entro a la sala negando, cansada de la situación.

Después de una charla estábamos todos felices en familia sin llantos de por medio. Estaba juntando los juguetes del piso, papá estaba cocinando y mamá en no sé donde.

- Entonces, te escribió Harry? - me miró atento

Soy como una tonta adolescente que no quiere que nombren a su ex novio (que en este caso no fue mi novio) lo sé, pero es que ugh...

- Si -

- Me pidió tu correo, supongo que te habrá dicho que esta un poco complicado, y bueno -  Toco su nariz. Era un gesto muy común de él.

Complicado con la mujer hermosa esa.

- Si esta bien -

- Estas bien? Estas extremadamente cortante, es mas, creo que me diste aquí - señaló su brazo bromeando.

Me reí. Enserio lo amaba - Si -

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Como ahora tenia mis tardes libres, me había inscrito en el club de la escuela. Así que ahora era un chica deportiva. No era tan malo, era mi momento de paz y soledad. En especial hoy.

Definitivamente no quería salir de acá. Terminé mi 5 minutos en la caminadora y presioné otros 5 minutos demás. Estaba demás decir, que el deporte no era lo mio, pero si me esforzaba en algún momento lo podría ser, no? Aumenté la gloriosa voz de Nick Jonas en mis auriculares. Era lo último de la semana.

Suspiré apoyándome en las barras de la caminadora apenas sintiendo mis piernas. Adentro, fuera, lento, adentro, fuera, lento. Frunzo mi ceño. Eso suena mal, no sé ni porque me lo digo para respirar bien. Estiré mientras miraba una de las pantallas del lugar. Hacían 10 grados. Perfecto para salir y pasar por un café. Tome mi bolso y me fui a las duchas. Estaban llenas de mujeres que sin poder paseaban desnudas por los pasillos y hablaban con las otras. No sé si han ido a algún club y les ha pasado, pero parece que es algo normal. No critico.

Una vez lista, me peino y se me da por maquillarme con las pocas pinturas que tengo en el bolso, rimel, base y un brillo labial. Creo que tal vez iría Mai, Vanni y el tio Niall a casa.

- Feliz cumpleaños- me sonríe el chico cuando voy a salir y en la pantalla sale mi carnet de socia. 

- Gracias - le sonrió de vuelta.

Si, no me gustaba mi cumpleaños mucho. Por nada en particular, simplemente, no era de esas personas.

-  Donde estas? -Atendí

- Si, hola a ti también Reece - le reproché - Un moca - alejé el teléfono y le pedí a la chica e la caja registradora-

- Estas en un café? - podía imaginarme su cara

- Em si -

- Es tu cumpleaños y estas sola en un café? B, no te casas de ser rara -

- Déjame - dije mientras buscaba mi billetera. Lo pagué y me fui al final del mostrador a esperar que me lo entregaran. Dios, olía tan bien aquí.Quisiera que mi casa oliera así.

- Bueno pues pide otro para llevar porque estoy en tu casa con un hermoso regalo - Que?

- Qué? - Reece sabes que no hacía falta - reproché

- Tarde, y apresúrate, aquí te espero - cortó. Resoplé mientras sonreía -

-Bella? - preguntaron - Si, mio - respondí

- Puede ser otro más?- ahora lo pago -

- Claro-

Luego de 10 minutos en el bus, cuidando el maldito café caliente, llegué a casa. Mis piernas realmente dolían. Dejé los vasos en la ventana y abrí la puerta. Allí estaba Sierra con Berwin.

- Hola - sonreí. Pensé que mamá estaría en casa - Como esta todo? - bese la mejilla de ambos, y James?

- Hola B - me entrego el bebé - Por cierto, Reece? esta en el patio esperando por ti - 

- Oh gracias - comencé a caminar hacia allí, aun con el bolso puesto, cuando entráramos por el café, le diría que fuéramos a mi pieza y allí podría dejarlo - Como has estado pequeño? - pellizqué una de sus mejillas y este rió, su vista se desvió de una manera rápida, como cuando algo le llama la atención,  lo seguí.

No podía ser.