Capítulo 19. Black Demons vs. Snakes

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Capítulo 19

Black Demons vs. Snakes

-Me alegro de que fueras tú quien me hizo aquellas fotos -dije a Drake en el porche, a solas-. Me estaba poniendo nerviosa el no saber quien era el encapuchado.

Suspiré de alivio.

-¿Qué fotos?

-Ya sabes, en la cafetereía, cuando echaste a correr.

-No fui yo. ¿Para qué querría hacer eso? -le miré con cara rara-. No quiero decir que seas poco fotogénica ni...

-Ya sé a qué te refieres, Drake -le interrumpí.

Me crucé de brazos y cerré los ojos para recordar mejor la escena.

Cierto. Drake estaba cogiendo la bandeja para comer, con el resto del equipo. Di por hecho que en esos tres encuentros había sido la misma persona, pero había un segundo sujeto no identificado.

-Si me disculpas voy a darme cabezazos contra la pared -me di la vuelta y me acerque a dicha pared, apoyando las manos y moviendo la cabeza sin llegar a darme de verdad.

Me di la vuelta y suspiré, frustrada.

-¿Por qué saliste corriendo aquella vez? -me preguntó este interesado.

-Vi a alguien, una persona con capucha, sacándome fotos y siguiéndome durante todo el día.

-¿Y qué pasa si te hace fotos?

-Pues, puede utilizarlas para que no consiga mi beca. Y puede que esa persona sepa quien soy y utilizar esas fotos en mi contra.

Me senté en uno de los escalones del porche y Drake me imitó, sentándose a mi izquierda.

-¿Siempre te pones en lo peor? -me miró interrogante, con esa mirada tan expresiva.

-No siempre. Solo cuando algo me importa de verdad. Si tengo esperanzas de que todo saldrá bien, la decepción será muchísimo más grande. Sé que tarde o temprano, todo el mundo lo sabrá y es más, estoy completamente segura de que muchos sospechan acerca de mi verdadera identidad. No soy tan buena actriz -solté un pequeña carcajada-. 

-En eso tienes razón. En el equipo, cuando no estabas, suponíamos cosas -hizo una pausa para reír-. Como que tenías una hermana mayor que te había transformado la infancia y cosas así.

Le di un golpe en el hombro, indignada.

-Mala persona -murmuré, dándole otro golpe.

-¿Y qué harás?

-Por el momento, nada. Esperaré a encontrarme con el encapuchado y atraparle supongo -callé durante unos segundos, queriendo hacerle saber una de las muchas dudas que no había confado a nadie-. ¿Y si... y si luego descubro que es una persona importante para mí?

-¿Cuántas personas son importantes para ti?

Buena pregunta, la cuál requería pensar. Reflexioné un par de minutos, repasando una lista rápida de personas especiales.

-Pocas. Y que me importen de verdad, muy pocas -admití.

-¿Y cuántas de esas personas amenazarían con hacerte algo malo?

-Si cuento a mis hermanos, cuatro. Pero estoy segura de que sería en plan coña.

-Exacto.

-¿Cómo es que nadie se ha dado cuenta? Tengo que admitir que soy bastante obvia.

-Porque lo último que esperas es que uno de tus compañeros resulte ser una chica infiltrada en un internado masculino. Nadie se imagina eso. Pueden decirlo de coña, pero realmente no lo creen así.

Ella es un chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora