Capítulo 30. Graduación

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Capítulo 30

Graduación

La guerra continuó.

Todos nos lanzábamos barro. Drake me agarró por detrás, y haciéndome la zancadilla me tiró al suelo.

Me miró con una sonrisa entre sarcástica y divertida.

-¿Sabes? Yo quería una novia, no una cerdita -me siguió observando con su sonrisa de medio lado.

Me levanté del suelo y me acerqué a él.

-Ven aquí, mi amor -le llamé con fingida amabilidad-. Te perdono por decir eso, pero solo si me das un abrazo.

Drake abrió mucho los ojos y salió corriendo, yo salí disparada en su dirección, tratando de atraparle. Una vez le tuve lo suficientemente cerca, le abracé por detrás, haciendo que ambos perdiéramos el equilibrio y cayéramos.

Él, que cayó de bruces se dio la vuelta, yo alargué la mano para tomar un poco de tierra y se la restregué en la cara.

-Conque esas tenemos, ¿eh? -susurró y su voz se perdió entre las risas y gritos de otras personas que participaban en la guerra.

Puso ambas manos tras mi cabeza y me atrajo hacia sí. Restregó su cara con la mía, como un gato básicamente, rascando mis mofletes con la barba incipiente que salía de su rostro. Procuré no reírme ni abrir los ojos, ya que quería evitar que la tierra me entrara en la boca o en los ojos.

Con el interior de la manga le limpié la cara, mientras él me miraba con aquel brillo encandilador. Con la otra manga me limpié yo misma.

-¡Hey, parejita! ¡Conozco un buen hotel para vosotros dos! -bramó Joe, quien se encontraba a varios metros de nosotros.

Las mejillas me empezaron a arder y sentía que tenía las orejas coloradas. La simple imaginación de aquella imagen, me revolucionó las hormonas e hizo que mi pulso incrementara hasta casi el límite.

-¡Oh, cállate, Joe! -le grité de vuelta-. ¡Vete tú con tu novia! ¡Ah, no, si no tienes!

Había cosas más interesantes que burlarse de aquel chico, pero sinceramente, hacer eso era divertidísimo.

-¡Eres cruel! ¡Ya verás! Cuando consiga una novia, te dará tanta envidia que esté con otra, que dejarás a Drake para venirte conmigo.

Drake soltó una risa debajo de mí.

-Eso no va a pasar -susurró.

De pronto todo a mi alrededor desapareció. Solo quedábamos Drake y yo. Mirándonos como nunca antes.

Agaché mi cabeza y uní nuestros labios, saboreando el momento.

En un solo curso, mi vida había dado muchos giros, y sin duda la vuelta más agradable, afortunada, dulce y cálida; fue él.

Tal vez no era la chica más romántica del mundo, pero sólo Drake era capaz de despertar ese lado dormido que se escondía dentro de mí, sacando a la persona más feliz y arcovomitiva que se encontraba en mi interior. Ese chico no solo me hacía bien, si no que también sacaba lo mejor de mí.

●○●

-Bienvenidos, damas y caballeros a la graduación de los alumnos de último curso -alzó la voz el director-. Pero antes de repartir los diplomas y las becas, querría empezar con un pequeño discurso.

Los familiares que se encontraban tras nuestros asientos aplaudieron, dándole la bienvenida al director y a sus palabras.

-Ha sido un curso duro, más para unos que para otros -entre el alumnado encontré a Kevin, que miraba atento al pequeño escenario, y unos asientos a su lado se encontraba Drake, quien estaba hablando con un chico a su lado-. Pero contra todo pronóstico lo habéis logrado.

Ella es un chicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora