[Capítulo7]

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Estaba disfrutando de la musica, cuando la moza regresó con dos tragos y un licuado de frutilla para mí.

-Vamos a bailar. -Sugirió Analia.

Nos levantamos de las sillas y nos acercamos a la pista a bailar.

Mientras movíamos nuestros cuerpos al ritmo de la música, tres jóvenes se nos acercaron.

-¿Y como te llamas? -Preguntó el que me sacó a bailar a mi.

-Maite, ¿Tú? -Respondo gritando para hacerme escuchar por encima del ruido.

-Mateo. ¿Y que hacían aquí?

-Festejando mi cumpleaños. Va el final de mi cumpleaños.

-Oh, bien. Felicidades Maite.

-Gracias Mateo.

Continuamos bailando por un rato más.

-¿Y tu, que hacías aquí?

-Vine a bailar con mi novio y un amigo. -¿Novio? ¿Escuche bien, este hombre guapo era gay? Que desperdicio.

-Oh, está bien, pero ¿A tu novio no le molesta que bailes conmigo?

-No, tranquila, él sabe que lo amo. -Respondió riendo.

-Me quedo tranquila entonces.

La noche pasó, conversando y bailando con la pareja y su amigo.

-¿A que se dedican? -preguntó el novio de Mateo.

-Nosotras -Dijo Cintia- trabajamos para la empresa Alvarado LTD. Y Ella estudia arquitectura.

-Así que ustedes trabajan para el gran Estefan Alvarado. -Dijo el amigo de la pareja.

-Si. Yo soy su secretaria y ella está en la parte de recursos humanos. -Dije haciendo referencia a Cintia.

-¿Es verdad lo que dicen de él? -pregunta Mateo.

-¿Y que es lo que dicen? -pregunto.

-Dicen que es una persona fría y despiadada.

-Es solo un rumor. -Contesto luego de tragar un sorbo de mi licuado- No es que sea frío ni despiadado. Solo es reservado y demasiado serio.

Cuando se hizo más tarde, Analia y yo nos despedimos de los chicos y de Cintia. Salimos del club, subimos al auto y nos regresamos a casa.

-Así que tu jefe no es frío ni despiadado, sino reservado y serio.

-Eso lo dije por que el bar es de un amigo de él y no me puedo arriesgar a que él se entere que su novia lo consideraba igual que el resto además de mujeriego.

-Ay Mai, muy en el fondo se que lo encuentras atractivo y que te mueres por que pase "eso" con él.

-Ya, callate Ana. -Digo riendo sin poder creer lo que acaba de sugerir- Si, admito que tiene su cuota de encanto, pero creerme cuando te digo que es muy pronto para que suceda "Eso", además claramente él no es el indicado.

Aún a mis veintiséis años estaba esperando que llegara esa persona especial aunque el trabajo me lo dificultara un poco y claramente estaba descartado que con mi jefe pasara ya que ni volteaba a verme.

Al llegar a casa, nos cambiamos y nos acostamos a dormir, no me importaba compartir mi cama ya que con Analia pasamos nuestra infancia juntas y era mi hermana. Luego de apagar las luces nos dormimos casi de inmediato.

Un ruido comenzó a sonar dentro de la habitación.

-Mmm... Ana -Digo sin abrir los ojos- Apaga la alarma, es Domingo.

-Ese sonido no es mío. -Respondió con voz cansada.

Al escuchar mejor, reconocí que era mi celular y justo una llamada entrante.

-Rayos... -Digo levantandome a toda prisa intentando identificar de donde provenía el sonido.

Al segundo llamado lo encontré bajo la pila de ropa.

-¿Hola? -Digo intentando recuperar el aliento.

-Soy Estefan. ¿Qué sucede que no me contestas? Llevo rato intentando comunicarme contigo. -Tragame tierra.

-Le pido disculpas, es que ayer vino mi hermana de visitas y nos quedamos despiertas hasta tarde.

-Ha, bueno. -Respondió con desinterés- La llamo para avisarle que en un rato estoy por su casa.

-Bueno, aquí lo espero.

Luego de cortar, me preparé todo para bañarme.

-Así que viene tu novio. -Escucho que dice Analia desde el otro lado de la mampara.

-Si, y voy a necesitar que por un rato salgas no sé, a caminar o ir de compras. -Respondo mientras me enjuago el cabello.

-Mmmm tarde de pareja...- Dice alzando las cejas- De acuerdo, me llevo el auto.

-No es lo que piensas. -Digo fingiendo molestia- Ten cuidado, no quiero que mamá me acogote por que has tenido un accidente.

-Tranquila mamá. No me pasará nada.

Cuando salí del baño y entré al cuarto, fue el turno de Ana de internarse en la ducha.

Luego de vestirme con unos jogguins y una remera holgada, me sepillé el pelo y salí a la cocina a prepararme algo de almorzar.
Me prepare una ensalada de rucula, tomate, huevo y pollo en tiras. Una vez lista me senté en la mesa a comer.

Contrato con un demonio.® Parte I,✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora