Maratón 2/5
La semana pasó volando arreglando detalles de último momento.
Aquel día había salido temprano del trabajo y Estefan me había ido a dejar a casa para terminar de armar mi valija y cuando fuese hora de salir para el aeropuerto pasaría a buscarme en el auto de la empresa.
Estaba terminando de ponerle el candado a mi valija cuando el portero sonó.
-¿Si? -Respondo.
-Soy Estefan.
Luego de coglar el portero, tomé mi valija, mi bolso de mano y salí de casa luego de apagar todo.
Al volverme hacia Estefan, él se acercó a donde yo estaba para ayudarme.
-¿Lista? -preguntó saludándome con un beso corto en los labios.
-Si, vamos. -Respondí intentando ocultar todo rastro de confusión.
-¿Estas segura que tienes quien te cuide la casa?
-Si Estefan, le avisé a mi hermana, ella ya está en camino, se llevó el auto hace unos días, hoy viene para quedarse, así que no habrá drama.
-¿Ese auto viejo es tuyo, el que estaba el otro día? -preguntó incrédulo.
-Si y más respeto con Lucius. Es muy temperamental.
-¿Lucius? -preguntó sin entender.
-Si, así se llama.
-Eres la única persona que conozco que le pone nombre a su auto. Vamos o llegaremos tarde. -Apremió.
Después de subir al auto nos pusimos en marcha hacia el aeropuerto.
Al llegar, dejamos el equipaje en la cinta para el escaneo, y nosotros comenzamos a hacer el check-in. Cuando estuvo todo en orden, ingresamos por el túnel al avión privado de Estefan.
Era amplio, tenía asientos con sus respectivos cinturones. Y contaba con un minibar en la zona entre la cabina y donde estábamos sentados nosotros. Luego de abrocharnos los cinturones, el avión comenzó a moverse.
Una vez en el aire, saqué mi laptop y me puse a adelantar trabajo ya que sabía que una vez llegáramos a París tendría los momentos contados para hacer mis tareas.
Estaba a mitad de un documento, cuando una azafata se acercó.
-¿Estefan? -Dijo la azafata claramente ignorándome- ¿Necesitas algo?
-Un café por favor.
-Enseguida se lo traigo. -Estaba por irse cuando Estefan la freno.
-Cariño ¿Quieres uno? -preguntó apoyándome una mano en la pierna, cosa que me aceleró el pulso, aún no me acostumbraba a ciertas demostraciones de afecto que se suelen hacer las parejas.
-Si por favor, con tostadas. -Intenté sonar calmada.
-De hecho que sean dos con tostadas -Dijo Estefan al ver que la mujer nos miraba incrédula. Evidentemente mi novio había tenido una ventura con esta mujer.
Cuando nos trajo las cosas, las depósito sobre la mesa y se marcho.
Una vez que no pude adelantar más trabajo, cerré el portátil y me recliné en el asiento a ver por la ventana, no se en que momento me quedé dormida.
Me desperté de a poco, cuando abrí mis ojos me encontré abrazada a Estefan, con la cabeza apoyada en su pecho, él se encontraba reclinado en su asiento dormido ya sin su saco, podía observar sus perfectas pestañas. El tenía su brazo pasado por mi cintura. Después de volver a acomodarme y de taparlo mejor con la manta, volví a recostar mi cabeza y dejar que su aroma invadiera mis sentidos.
Podía escuchar que alguien me llamaba a lo lejos. Aún abrazaba algo.
-Cariño. -Era la voz de Estefan.
-¿Mmm? -respondí sin abrir los ojos.
-Ya estamos próximos a descender, debes abrocharte el cinturón.
Terminé de incorporarme y volví a mi asiento.
-Tienes el sueño pesado Maite. -Escucho que dice en tono burlón mientras me abrocho mi cinturón.
-Lo siento. -Digo en tono bajo- Es que estos días han sido agotadores.
-Por favor, acomoden su asientos y abrochen sus cinturones que ya vamos a aterrizar. -La voz de una de las azafatas se escuchó por los parlantes.
Diez minutos después aterrizamos en el aeropuerto de París.
Ingresamos al aeropuerto. Nos acercamos al mostrador e hicimos el check-in, antes de salir a la calle como sabia que era otoño allí, me coloque mi abrigo junto a mi bufanda y salimos de allí.Estefan y yo esperamos mientras el chofer de la empresa buscaba un auto que nos llevara durante nuestra estadía.
Cuando todo estuvo listo, subimos y nos pusimos en marcha.
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Contrato con un demonio.® Parte I,✔
RomanceTrabajo para la empresa Alvarado LTD, como secretaria de nada más y nada menos que del dueño de la empresa y multimillonario Estefan Alvarado, quien posee la reputación de Demonio en cuanto a mujeres se refiere, ¿Cambiará mi forma de verlo cuando a...