[Capítulo 10]

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Una vez que estuvo lista la cena, pasamos todos al comedor.

-Y... -Se sumó el hermano- ¿Cómo es que tú terminaste con el frívolo de mi hermano? -Había llegado la pregunta tan temida.

-Pues... -Esta vez fue Estefan el que contesto, e internamente se lo agradecí- Estuve bastante tiempo intentando que me acepte una cena, pero debido a mi reputación se negaba en rotundo. Hasta que un día, después de mucha insistencia aceptó una cena y a partir de ahí no nos separamos más.

-Pero... -Dijo la víbora de Samira- Hace poco se te vio con una modelo rusa y es más, se te involucró en un romanse.

-A si, eso. -Dijo tomando mi mano, aún me seguía ese cosquilleo cada vez que la tomaba- Fue durante nuestra ruptura debido a las cosas que se decían sobre mí. Pero por suerte, los dos recapacitamos y pudimos solucionar los problemas.

-¿Cuanto hace que están saliendo? -preguntó su padre.

-Hace poco más de un año. -Respondí mientras lo miraba a Estefan como si realmente lo amara.

-Debes de amarlo mucho para afrontar todo lo que se dice. -Dijo Fernando recorriéndome con la vista, cosa que me puso nerviosa y a Estefan pareció molestarle que lo hiciera.

-La verdad que si. -Digo a la par que mi falso novio me planta un beso en la mejilla, lo cual logró probocarme un escalofrio- Pasamos por mucho y los dos nos dimos cuenta de que queremos estar juntos. -Al terminar gire mi cabeza para observarlo y él sin previo aviso me plantó un beso en los labios. Sin dudarlo se lo devolví ya que debíamos actuar. 

La cena transcurrió sin mayores inconvenientes, los dos respondiamos a sus preguntas.

-¿Cuando planean dar a conocer su relación para acabar con las habladurías? -preguntó la madre de Estefan haciendo que me atragantara con el agua de mi copa.

-Pues... Justo estábamos hablando de ello hoy a la tarde. -Dijo Estefan muy seguro de si mismo- Estábamos planeando hacerlo ahora en el viaje que haré a París para la semana de la moda.
Ok, eso ya era mucha información.

-Oh, que romántico. -Dijo irónicamente Samira- Debes de estar muy nerviosa pues en menos de dos semana pasaras a ser una persona publica.

El hecho de saber aquello y asimilarlo hizo que me sintiera descompuesta.

Cuando la cena terminó, nos despedimos de los padres de él.

-Gracias por invitarme señores Alvarado.

-Gracias a ti por venir, espero que Estefan te traiga más seguido a vernos.

-Eso ya lo veremos Marcela. -Responde atrayéndome a su lado.

Subimos al auto y al fin nos pudimos relajar.

-La verdad salió mejor de lo que yo esperaba. -Dijo Estefan clavando sus ojos azules en mi con su amplia sonrisa de dientes blancos.

-Si, pero te olvidaste de un pequeño detalle. -Le digo apartando la vista para abrochar mi cinturón- Te olvidaste que vas a blanquear lo nuestro, y no solo eso, sino en frente de miles de personas.

-Si lo sé, por eso quiero extender el contrato a dos años mínimo. -Dijo agarrándose del volante- Por el cobro no es problema te aumentare al doble de lo inicial.

-El pago es el menor de los problemas Estefan. -Digo intentando calmarme ya que por dentro tenia un maremoto de sensaciones.

-¿A que te refieres? -pregunta posando sus ojos una vez más en mí.

-Pues.. Que en dos años aún va a seguir el desfile de mujeres que pasen por tu cama.

-Prometo ser discreto.

-¿Discreto? -digo con incredulidad- Si en cuatro años no pusiste ser discreto en cuanto a tus amoríos dudo que en dos años lo logres.

-¿Y que sugieres? -Pregunta con voz cansada- Está claro que el celibato para mi está descartado. Si te ofreces voluntariamente no me opondré.

-Ni lo pienses, yo no voy a ser una más en tu lista. -Digo cruzándome de brazos.

-¿Y tú? -pregunta- ¿Podrás practicar el celibato por dos años?

-Eso no es problema para mi. -Dije a la par que contestaba el móvil- ¿Alo?

-...

-Hola Ana, ¿Bien y tú?

-...

-Quédate tranquila que ya estoy volviendo.

-...

-Ok, adiós.

-¿Sucedió algo? -pregunto mientras conducía.

-No, solo que está por hacer una vídeo llamada con mi madre y quiere que este ahí con ella.

-Uno de estos fines de semana me gustaría ir a conocer a tu familia.

-No creo que suceda. -Digo bajando la vista a mi regazo.

-¿Por qué? -preguntó intregado.

-Pues, no quiero involucrarlos en esta farsa. No quiero que se ilusionen por algo que jamás pasará. 

-Está bien, como digas.

Y sin decir una sola palabra más, continuamos nuestro viaje.

Contrato con un demonio.® Parte I,✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora