Doble Vida.

Capítulo 04

—Nunca encontramos nada y todo porque no terminé la universidad —dijo Anahí a Christian.

—Vamos a una ultima agencia, ahí a ver de que te contratan pero seguro te encuentran trabajo —dijo y la jalo del brazo.

Fueron a la agencia y había una grande fila, todas con sus curriculúms preparados.
Derrepente Anahí y Christian echaban el ojo a los demás curriculúms y venía tanta cosa fuera posible.

—¿Doctorado? ¿Estudiaste medicina en la universidad? —preguntó Christian confundido y ella le dio un leve golpe en la nuca y rió.

—No menso, doctorado es cuando estudias más a fondo una rama de la rama de tu carrera profesional.

—Pues yo no se nada de eso —dijo riendo—. Pues ponle que tienes dos doctorados, ¿qué estudiaste en la uni?

—Estudié administración de empresas pero solo 3 semestres —dijo triste—. Igual aún recuerdo todo lo que me enseñaron.

—Entonces no eres tan burra como pensaba —dijo Christian en broma—. Bueno pero no tanto como Rodrigo, ese si que no sabe ni cuando es dos mas dos.

—Ay ya dejalo, el si de plano no terminó la secundaria.

—¿Oye y dónde anda? No se ha aparecido por el antro.

—Quien sabe, deseguro engañandome con otra... —suspiró— No sabes, lo cache mintiendome hace días, traía un chupeton en el cuello. Imagínate como ha de andar, aparte está todo nervioso.

—Bueno y si te engaña por qué no lo dejas, tu también allá andas de tonta detrás de el. Y no me digas lo mismo de siempre, que es porque quieres ya formar una familia con él porque te juro que te aviento del edificio mas alto Anahí. ¿Quién en su sano juicio quisiera estar con Rodrigo? Aparte ni se le pasa por la mente el matrimonio.

—Ay Christián, tu no sabes... Yo asi que digas que estoy muy joven pues no, ya tengo 34 años. Con Rodrigo estoy desde hace mucho y no se. No va a llegar un principe así como así, mejor me quedo con el sapo y ya para estar estable.

—Quisiera matarte de veras —dijo algo molesto—. Avanza o se te van a meter a la fila.

—Oh mira, nos llamamos igual —dijo Anahí a una mujer que estaba a su lado en la fila.

Y pasó el tiempo hasta que por fin abrió la oficina encargada de recoger las solicitudes pero la secretaria estaba haciendo llamadas distraída y no prestaba atencion a las personas.

—¿Quiere una secretaria? Ahorita mandamos una no se preocupe, hasta luego —dijo en una llamada y colgó.

Siguió haciendo sus cosas ignorando a las personas, todas estaban molestas. La secretaria poco eficiente desayunaba y se pintaba las uñas.

—¡Oiga señorita! Nosotros también tenemos hambre y nos queremos ir de aquí, ¡atiendanos! —dijo Anahí, todas con sus carpetas en mano esperaban que la secretaria tomara alguna.

—Permitame tantito —dijo con la boca llena— ¿Cuál es su nombre?

—Anahí —respondió.

La secretaria tomo la carpeta de Anahí, pero la equivocada, la que hace rato estaba al lado de ella en la fila.

—Aqui tiene —le entregó la carpeta y le pego una tarjetita que tenia todos los datos del lugar donde trabajaría—. Presentese con caracter de urgente.

Todas molestas por la ineficiencia de la secretaria porque ni siquiera dio un orden y le dio primero trabajo a Anahí.

—Gracias señorita —dijo y se fue corriendo antes de que le quitaran la carpeta.