Maratón 2/3
—Buenos días señor —saludó con algo inseguridad Lupita en cuanto entró Alfonso a la cocina.
—Lupita, ¿me da una taza de café? Por favor —dijo serio. Esta asintió y le sirvió lo pedido.
—Gracias —se sentó en la barra de la cocina y en silencio bebió su café.
Era Lunes en la mañana, un día triste.
Ana Paula llegó a la cocina para tomar el desayuno antes de irse al colegio. Lo primero que vió fue a su padre dandole la espalda y bebiendo su café como si estuviera mudo.
—Buenos días papá —saludó con cautela a Alfonso, quien la ignoró rotundamente.
—Hola Ana, ¿quiéres tu desayuno? —le preguntó Lupita.
—Sí, por favor...
—Lupita, ¿me puede poner este café en un termo? —le extendió la taza y Lupita la vació en un termo.
Se levantó de la barra donde estaba y dispuesto a irse tomó el termo, hasta que Ana Paula lo detuvo.
—Papá, necesito hablar contigo, por favor —lo tomó del brazo, lo miró con ojos brillosos a punto de llorar.
—No. Voy a la empresa —dijo fríamente y apartó su agarre para salir de la cocina rumbo a la empresa.
Ana Paula comenzó a llorar, mientras Lupita la abrazó expresando su apoyo.
—Mi niña, ya no llores —susurró mientras acariciaba su pelo.
Christopher también llegó a desayunar a la cocina, por lo que vió como su sobrina Ana Paula lloraba con tristeza.
—Mi vida, ¿qué tienes? —preguntó con preocupación. Lupita se apartó para que hablaran.
—Mi papá está muy enojado —dijo entre sollozos.
—¿Ya sabes lo de Anahí? —preguntó con cautela.
—Sí, yo lo sabía desde hace mucho.
—¿En serio? —preguntó asombrado. Ana Paula asintió levemente.
—Está tan enojado conmigo porque yo también le oculte que Anahí bailaba en el Infierno.
—¡Pero qué le pasa! Ni que fuera para tanto —la abrazó para que se calmara—. Aparte tú no tienes la culpa de nada, tú eres su hija.
—Yo no podía decirle nada, no me correspondía.
—¡Exacto! ¿Por qué no lo entiende?
—Porque no entiende razones, está tan enojado que no escucha. Me evade —dijo con tristeza.
—No estes así Ana Pau...
—Lo peor de todo es que no me he podido comunicar con Anahí, le hablo a su casa y no contesta, quiero saber cómo está.
—Ah, eso si yo lo sé. No vayas a la escuela y vamos a verla, justo iba para allá.
—Mi papá me matará si no voy al colegio.
—Claro que no, no se dará cuenta. Aparte es momento de pasar un día de tío y sobrina, ¿te parece? —sonrió. Ana Paula asintió en acuerdo.
—Va. Gracias tío...
...
—Any, buenos días.. ¿Quiéres desa..? Por Dios Anahí, ¿qué haces en el suelo? —dijo Dulce quien fue a la habitación donde se suponía descansaba Anahí.
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Doble Vida.
FanfictionA pesar de que son polos opuestos, la atracción siempre es inevitable. Anahí Puente llevará una Doble Vida, Alfonso Herrera podría descubrir su secreto.