Doble Vida.

Capítulo 39 - Ultimos Capítulos

Días después...

—Listo Anahí, ya estás dada de alta y ya te puedes ir. ¡Pero sólo si cumples todas mis indicaciones! —dijo el doctor Cabrera bromeando.

Estaban en la habitación del hospital Alfonso, el Doctor Cabrera y Anahí, donde ella estaba internada hace unos momentos y al fin iba a salir.

—Sí las voy a cumplir, lo juro —dijo Anahí y rió.

—Eso espero, y aunque sé que no se lo tengo que pedir, pero de todas formas, cuídela y que tome todas sus vitaminas y medicinas para que se mejore pronto —se dirigió a Alfonso. Éste asintió.

—Yo la voy a cuidar, no se preocupe doctor —dijo Alfonso tomándola de la mano.

—Entonces perfecto, espero verlos pronto, quizá dentro de un mes cuando...

—Gracias doctor —lo interrumpió Alfonso antes de que dijera algo frente a Anahí. El doctor Cabrera captó la seña que le hizo despistadamente y entendió que aún no sabía nada del embarazo.

—¿Dentro de un mes? —preguntó Anahí confundida.

—Pues... Disculpame Anahí, no me hagas caso, me confundí —rió levemente tratando de cambiar el rumbo de la conversación. Anahí sólo asintió.

—Bueno, entonces compermiso y gracias por todo doctor —dijo Anahí mientras estrechaba su mano.

—No hay de qué... Aquí tienen la salida de Anahí ya firmada —les entregó un papel.

—¡Gracias! —dijo Anahí por ultima vez antes de salir de la habitación de la mano de Alfonso.

Entregaron los papeles correspondientes en la recepción indicada y firmaron unas cuantas cosas más, para por fin salir al estacionamiento del hospital rumbo al auto de Alfonso.

—¿Y los demás? —preguntó Anahí al no verlos por ningún lado.

—Ah... —se detuvo unos segundos para abrirle la puerta del coche y ayudarla a subir cuidadosamente. —Christian no pudo venir, Dulce y Christopher salieron a no sé donde, pero Doña Tysha está en la casa, esperándote junto con Ana Paula.

—Bueno.. ¿Podemos ir a un lugar antes? Es que quiero platicar contigo a solas —dijo Anahí.

—Claro mi amor... —dijo algo aliviado.

Así tengo más tiempo para que este lista la sorpresa. En sus pensamientos, Alfonso.

...

—¿Es aquí? —dijo Alfonso aparcándose al lado de un parque.

—Sí, quería caminar un rato contigo —dijo Anahí dispuesta a bajar pero Alfonso la detuvo.

—¡Yo te ayudo! —se bajó rapidamente y rodeo el auto hasta llegar a la puerta del co-piloto y abrirla, mientras la ayudaba a bajar del auto.

—Gracias —dijo Anahí y rió.

Caminaron de la mano hasta llegar al parque en la calle de enfrente y caminaron así, abrazados, pasando un brazo en la cintura del otro. Pasaron unos minutos en un silencio bastante agradable mientras paseaban dándole vueltas al parque.