Capítulo 05

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—¡Que bueno que ya vas a trabajar aquí papá! —exclamó emocionada Ana Paula.

—Lo sé amor, la verdad que hasta mas relajado es.

—¿Puedo pedir una pizza para comer? Por favor, la ultima y ya —dijo con suplica y Alfonso como siempre cedería.

—¡Tú abusas eh! —dijo y rió—. No me gusta que comas mucha chatarra pero me pides un spaguetti a la crema.

—¡Gordo! —dijo en burla y se fue corriendo al telefono para pedir la comida.

Mientras llegaba la comida, seguían trayendo papeles y Martha ya había llegado con las laptops de la empresa y documentos importantes. Solo estaría por unos días ayudando a Anahí a que se instalara bien y ya la dejaría sola con la secretaría.

—Martha ¿a qué horas citaste a la señorita Puente? —preguntó Alfonso, muy en el fondo estaba ansioso por volverla a ver.

—Pues ya debería de estar aquí, tal vez tuvo algún inconveniente para llegar.

Dicho esto comenzó a sonar el timbre de la casa repetidas veces, era Anahí. Solo tuvo unos minutos de retraso.

Rapidamente abrió la puerta la señora Lupita y ahí estaba ella, vestida muy formalmente pero se sorprendió al ver a ese hombre que ayer estaba muy de traje pero ahora estaba vestido como cualquier.
Comodo pero demasiado guapo, pensó Anahí.

—Pase señorita, la estan esperando —dijo Lupita sacandola de sus pensamientos.

—Gracias —dijo y siguió a la señora Lupita a la biblioteca de la casa, que ahora sería la nueva oficina.

Anahí quedaba boquiabierta al ver la grande mansión, jamas en su vida había visto una casa tan grande, solo en revistas y televisión.
Había un sinfin de puertas y la escalera era gigante. Lupita abrió una de las puertas no sin antes tocar, era la biblioteca. Anahí se sorprendió, había demasiados libros, era demasiado grande.

Alfonso quizo reír por las expresiones que ella hacía, se le hacian adorables, pero tuvo que ponerse serio. Solo venían a trabajar.

—Llega tarde señorita Puente —dijo Alfonso sacando de su trance a Anahí, ella balbuceo unas palabras.

—Perdón, es que tuve que llevar a mi mamá al hos...

—No me de explicaciones... —dijo interrumpiéndola— Solo espero que no vuelva a pasar. No me gusta la impuntualidad.

—No volverá a pasar, se lo prometo —dijo alzando una mano como promesa.

Lo que tiene de guapo lo tiene de amargado, pensó nuevamente Anahí.

Seguían trabajando, Martha y Anahí se habian acoplado muy bien, a pesar de que no había terminado de estudiar, ella era muy inteligente y recordaba todo lo que le habían enseñado y lo supo aplicar bien. Alfonso se sorprendió porque Anahí supo como manejar todo desde un principio.

Asi Martha se podrá ir con su familia antes de lo previsto, pensó Alfonso.

Comenzó a sonar el celular de Alfonso y cuando vio quien era automaticamente rodó los ojos y suspiro.

¿Diana? —contesto haciendose el confundido.

¡¿Por qué no me dijiste que cambiarías tu oficina a tu casa?! —dijo y Alfonso separó el celular de su oreja para evitar escuchar sus gritos, llamando la atención de Anahí y Martha.

—Permitanme un momento —les dijo a ambas y salió a contestar.

En primera Diana, calmate okey, en segunda no te afecta en nada que yo cambie mi oficina —dijo enojado.

Doble Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora