Doble Vida.

Capítulo 35 - Ultimos Capítulos

Una vez que Alfonso sacó el dinero del banco, se dirigió a la dirección donde lo mandó Manuel. Era un lugar a las afueras de la Ciudad, donde nadie los podría ver.

Sacó su celular para escribirle un mensaje.

Alfonso: Ya estoy aquí.

Lo mandó, al par de minutos un coche algo viejo y un poco destrozado -y obvio robado- llegó a donde estaba. Manuel se bajó del auto, mientras se encontraba con Alfonso, que traía el maletín de la mano.

—¿Dónde está Anahi? —fue lo primero que le cuestionó.

—Mucho gusto, soy Manuel, para servirte —se burlo.

—¡¿Dónde está Anahí? —repitió.

—Te dije, me entregas el dinero y yo te entrego a Anahí.

—¿Está en el auto? —preguntó y se acercó pero Manuel lo detuvo apuntándolo con una pistola que se sacó del bolsillo.

—¡No te muevas! —gritó mientras Alfonso alzaba la mano libre que le quedaba al aire— ¿Tú también creías que iba a ser facil o qué? —le preguntó sarcástico.

—¡Deme a Anahí!

—Baja la maleta —ordenó.

—Pero..

—¡Que la bajes! —le acercó más el arma y el no tuvo más opción que atacar sus ordenes.

La dejó en el suelo. Manuel se le acercó y le apuntó en la cabeza, Alfonso tragó en seco.

Sacó una soga y lo amarró, éste no puso resitencia ya que el arma le seguía apuntando.

—¿Querías ir con Anahí? Pues te llevaré con ella —rió. Tomó el maletín y lo empujó hacia el auto —¡Camina!

Manuel arrancó el coche y se fue al lugar donde estaba Anahí.

...

Al llegar, también era un barrio algo abandonado y algo peligroso. Alfonso si pudo ver como era el lugar, era un edificio de cinco pisos y Manuel había rentado un pequeño cuartito del primer piso.

Aunque en lugar de ir ahí, encaminó a Alfonso a la azotea del edificio.

Subieron escaleras hasta llegar al techo del quinto piso. Ahí sacó su celular y marcó a Rodrigo.

—Trae a Anahí, ¡rápido! —dijo únicamente y colgó.

Alfonso al escuchar su nombre, su corazón comenzó a bombear con más intensidad. Un par de minutos más tarde, en lo que subían escaleras, apareció Rodrigo con Anahí con la mirada gacha.

—¡Anahí! —gritó y ésta alzó la mirada sorpresivamente. Trató de correr hacia él pero Rodrigo la detuvo y la miró de reojo con complicidad. Anahí captó y se calmó.

—¿Acaso tú eres..? ¡Maldito! —dijo Alfonso con furia al reconocer a Rodrigo, exnovio de Anahí. Quería irse encima de él pero amarrado no podría nunca.

Rodrigo actuaba como matón, así se mantuvo ya que no quería levantar sospechas.

—Bien, bien.. ¿Te podrías callar imbecíl? —le preguntó Manuel sarcástico— Si no quieres que te tape la boca también como a Anahí.

Alfonso no tuvo más que asentir. Rodrigo encaminó a Anahí detrás de Alfonso para que se dieran la espalda. Así, los ató a ambos y Anahí de los pies, le quitó la cinta de la boca y ésta suspiró de alivio.