La primera vez que me rompieron el corazón yo era muy pequeña para entender. Fue mi madre.
Yo tenía tres años y recuerdo muy bien ese día. Vivíamos en un apartamento pequeño mientras mi padre viajaba por negocios y teníamos una gatita que era callejera, me encantaba jugar con ella y era cariñosa. Un día alrededor de las 11:00 am (lo recuerdo tan bien) mi madre me estaba peinando y no dejó que volteara a ver que estaba pasando.
Cuando le pregunté sobre la señora que llegó me dijo que había pasado a recoger a mi gatita y que se la iba a llevar unos días a la playa. Yo le creí. Nunca más la volví a ver. Preguntaba por ella todos los días hasta que un día mi madre se cansó de tantas excusas y me dijo la verdad "Antonella ya basta de preguntar por esa gata vagabunda, la regalé ¿contenta? Ahora hiciste llorar a tu hermano".
Me dolió más el engaño que el hecho de que la había regalado. Nos rompen el corazón en el momento que traicionan nuestra confianza y duele porque creíamos que jamás serían capaz de lastimarnos. Ese es el peor dolor porque no te lo esperas... no lo ves venir.
Al final de cuentas somos humanos y estamos destinados a fallar. Aun así, volvemos a confiar plenamente en otras personas y se repite la historia. Mientras más altas son tus expectativas sobre una persona, más duele la caída cuando te defrauda. Así que recuerda que la familia y los amigos también te pueden romper el corazón. Incluso tú mismo puedes romperte cuando te fallas, ese es el rompimiento más doloroso porque no es fácil perdonarse a uno mismo pero lo bueno es que al rompernos nos transformamos, cambiamos, evolucionamos.
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Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓN
Teen Fiction"Cuando tu vida ha sido un caos constante uno más no parece relevante hasta que te das cuenta de que ese desastre te vino a cambiar la vida. Una vez me dijeron que soy adicta a la adrenalina y a lo prohibido... lo estoy empezando a creer, las mentir...