no sabes lo que se siente cuando te dejan

151 13 0
                                    

Mientras buscaba las llaves de la casa no podía dejar de sonreír. León era muy divertido, quien iba a pensar que alguien como él sería así. "Antonella, te he estado llamando todo el día. ¿Dónde estabas?" dijo Diego agitado. "Tenía la reunión con los De Bedout y Daniela ¿Qué está pasando?" "Ayer después de que te vine a dejar, volví a la fiesta a buscar a mi primo. Estábamos hablando cuando de pronto escuchamos que alguien había llegado... su ex" sentí una presión en el pecho pero me quedé callada.

La chica que le rompió el corazón estaba de regreso. "La marquesa entró del brazo de su padre. Al parecer su aventura con el machote italiano se terminó. Cuando Sebas la vio su rostro se iluminó. Ella le pidió hablar, él la ignoró. Se dio la vuelta y me pidió que lo acompañara. Terminamos yendo a la casa de un amigo" "Aja Diego y entonces no entiendo cuál es el problema" respondí abriendo la puerta.

Él se sentó en el sofá mientras yo fui al cuarto a cambiarme de ropa. Tiré mi bolso en la cama y me amarré el cabello en un mocho. "Comenzamos a beber y Sebas estaba muy alterado. Su amigo le dijo que le tenía una sorpresa... hizo una llamada y los 30 minutos se escuchó el timbre. Te juro que pensé que era una pizza" no pude evitar reírme mientras me ponía el sudadero (Diego siempre pensando en comida). Me senté en el sofá y me contó todo.

El amigo de Sebas le pidió que abriera la puerta. Sebas encendió el cigarrillo y se levantó, quitándose la corbata y desarreglándose la camisa. Ahí estaba Alexa. Guapa como siempre y dándole un beso entró a la casa. Diego no sabía quien era ella porque Sebastián nunca le comentó sobre el incidente. Lo poco que supo fue que Sebas estuvo a punto de morir por una sobredosis y fue porque su tía la señora Vicencio, le contó a su hermana (la mamá de Diego).

Más personas comenzaron a llegar. Sebastián le pidió a Diego que por favor no lo dejará solo con Alexa. Hacía mucho tiempo que Sebas no se juntaba con esos amigos y Diego entendió por qué. Mientras las horas pasaban, los primos comenzaron a recordar momentos de su infancia juntos, las vacaciones, las peleas, las novias surgieron al tema y Diego cometió el error de preguntarle sobre la Marquesa.

—Primo la vas a tener que volver a ver, es mejor que cierres ese ciclo —dijo Diego destapando una cerveza.

—Diego es que no puedo. No sabes lo que se siente amar a alguien con todo tu ser y que esa persona te dejé por alguien más. El saber que esa persona ya te soltó sin que te dieras cuenta....

—Saber que ella escogió a otro para que le acaricie el corazón y el cuerpo...—respondió Diego, con la mirada al piso.

—Exacto... espera ¿Por qué no me lo habías contado? ¿Quién se robó el corazón de Mr. Hugh Hefner... —dijo Sebas bromeando.

—Eso no importa, pero me sirvió para entender que yo la tenía que soltar también. Prefiero que sea feliz sin mí, a que este conmigo y terminemos sufriendo. Solo te puedo decir que somos el match perfecto en el tiempo equivocado. Cuando estamos juntos puedo sentir dentro de mi esa energía como si mi alma reconociera la suya, tal vez en otra vida estuvimos juntos pero en está jamás. —Diego prendió un cigarro y seguía sin poder ver a su primo a la cara.

—Es Antonella ¿Verdad? —dijo Sebas levantándose del sofá.

El silencio de Diego otorgó la respuesta. Alexa llegó por detrás y comenzó a besarle el cuello. Se fueron a la habitación y él... no pudo detenerlo. 

Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora