Escuchaba un sonido a lo lejos. Era el celular de Sebastián. Desperté y el momento fue más incómodo que si hubiéramos tenido sexo... tuvimos otro tipo de intimidad. Desnudar el alma no es fácil.
Me hice la dormida pues estaba recostada de lado. Sentí el cuerpo de Sebas separándose del mío. Eran su primo preguntando dónde estaba, lo fue a buscar y ahora venía hacia mi casa. Me levanté enseguida. Sebas volteó a verme y sonriendo contesto "Tuve una pijamada, relájate yo te paso a buscar. Deja que Anto descanse" escuché su respuesta "Muy tarde ya estoy en su puerta".
*TOCARON LA PUERTA*
Le dije a Sebas que me haría la dormida y que no abriera. Se recostó a mi lado diciéndome al oído "Hoy lo que tú quieras" enterrando sus labios en mi cuello, estaban húmedos y eso me provocaba cosquillas en todo el cuerpo. Entrelacé mis dedos con los suyos arrastrando sus manos por las sábanas. Su cuerpo arriba del mío y mis manos en alto... en muestra de que me rendía.
Me rendía de pretender que las cosas estaban bien. De siempre ser la fuerte. La manera en que sus manos sostenían las mías me hizo perder la fuerza y soltar... por un instante todo dejo de doler.
Cómo es posible que una persona tenga todo ese poder en la punta de sus dedos. Yo creo que todos tenemos la magia, pero no funciona cuando queremos sino solamente cuándo las vibras se sincronizan y las dos almas se reconocen. El poder se activa cuando ambos están conectados.
Mi celular sonó. Era Diego... había esperado tanto su llamada, pero ya no importaba. Llegó demasiado tarde.
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Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓN
Jugendliteratur"Cuando tu vida ha sido un caos constante uno más no parece relevante hasta que te das cuenta de que ese desastre te vino a cambiar la vida. Una vez me dijeron que soy adicta a la adrenalina y a lo prohibido... lo estoy empezando a creer, las mentir...