"Primo, Anto ahí están, los estuve buscando por todos lados" Me congelé por un segundo. Me di la vuelta esperando a que Sebastián respondiera "ya vamos Diego, estamos en medio de una conversación" "Ya veo ¿le contaste Anto?".
Abrí los ojos volteando rápidamente, haciéndole una señal a Diego de que no dijera nada. "¿De qué estás hablando?" "¿Qué? Ahh... que te le gustas, verdad Antonella." "Si es verdad, Diego ¿Cuándo vas a aprender a ser discreto? "Sebas, hijo ven. Te voy a presentar a los Guzmán. Serán nuestros nuevos distribuidores" El señor Vicencio nos interrumpió y que bueno porque ya estaba sudando.
Sebastián apretó mi mano y me susurró al oído "te veo en la casa" entró a la fiesta con su padre. "Ya me voy a dormir Diego, buenas noches" "Anto no te enojes, estaba bromeando. Pensé que ya le habías dicho lo de tu boda. Te llevo en el carro hasta la casa" "Diego todo es broma para ti, prefiero irme sola. No se te vaya a ocurrir decirle a tu primo de lo nuestro, yo voy a hablar con él cuando sea el momento". "¿Qué nuestro? Jajaja son bromas Anto, relájate no diré nada" Me subí al carro "Diego tú crees que yo planeé esto. ¿Sabes qué sería lo mejor? Qué me vaya de aquí" "¿Vas a volver a huir?"
Tal vez es lo correcto.
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Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓN
Ficțiune adolescenți"Cuando tu vida ha sido un caos constante uno más no parece relevante hasta que te das cuenta de que ese desastre te vino a cambiar la vida. Una vez me dijeron que soy adicta a la adrenalina y a lo prohibido... lo estoy empezando a creer, las mentir...