Capítulo 1

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Llegué a San Vicencio una tarde de enero después de haber viajado varias horas. Me presenté con los señores Vicencio y de inmediato nos llevamos bien. Podía notar su nerviosismo cuando me presentaron a Daniela. Una niña pálida, cabello castaño y con un vestido de princesa. Me habían contado que era una niña traviesa y difícil. A mí me pareció una ternura.

Don Antonio, el padre de Daniela me dijo que podía empezar en dos días, así podía descansar un poco y conocer los alrededores. Llevaron mis maletas a la casa de huéspedes y me metí a duchar. Mientras el agua caliente recorría mi cuerpo intentaba borrar todos los errores que había cometido y mi mente no era capaz de olvidar.

Hay un pequeño detalle del cual no he querido hablar aún. Me fugué de mi boda... Estaba a punto de entrar al altar, nuestras familias y amigos estaban esperando, pero tuve una epifanía. Tengo 24 años, se supone que antes de los treinta debo tener hijos, voy a despertar todos los días del resto de mi vida con la misma persona, el trabajo, la rutina... me iba a amarrar a alguien para encajar en los estándares de la sociedad. ¿Estaba dispuesta a renunciar a mi libertad por Julián? ¿Era él realmente el amor de mi vida? Entre las dudas que surgían me percaté que nunca más iba a besar a otro hombre que no fuera Julián.

Yo lo amaba, pero nopodía dejar de pensar en lo que había ocurrido varios meses atrás, nadie se loimaginaba y yo... pues por más que lo intenté no lo pude olvidar. Las dudas no mepermitieron seguir adelante. Sabía que si me casaba con él íbamos a terminarsufriendo porque yo quería libertad y él quería estabilidad. Así que le dije alchofer que arrancara y me fui a pasar la noche a un hotel. Le escribí a mifamilia que lo sentía y que no podía hacerlo. Al igual que a Julián, eso fue lomás difícil. 

Tres meses después del fiasco de boda estaba aterrizando enEspaña, horas después me encontraba tomando una ducha calentita en el viñedo deSan Vicencio, el lugar tenía una vibra mediterránea. Los colores entre beige y blancote hacían sentir en libertad. La casa de huéspedes parecía una mini versión de lamansión. Minimalista y con paredes amplias. "Este iba a ser un buen lugar parasanar". Al menos eso pensaba yo.

 Al menos eso pensaba yo

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Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora