La adrenalina

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Tenía un nudo en la garganta. Me topé con Sebastián cuando iba llegando a la casa. "Anto tengo que hablar contigo, dame diez minutos solo me meto a bañar". Pude notar que venía de entrenar, le dije que lo esperaría en el jardín. Agarré mi celular y mientras sonaban las notificaciones di un respiro profundo y escuché la nota de voz de Matías.

"Anto yo sé que en este momento estás tratando de hacerte la dura fingiendo que no te importa Diego, pero ambos sabemos que las cosas son diferentes, te conozco. No puedes ir por la vida con esa indiferencia porque no todos tienen la capacidad para soportarla"

Le respondí: "Matías yo no te digo que hacer con tu vida. Deja que yo arregle las cosas a mi manera. Yo viaje hasta acá para despejarme de todo y ahora Diego viene. Ashh y mira ni se te vaya a ocurrir contarle a Julián algo sobre mí. Yo sé que siguen siendo amigos"

Matías y Julián se conocieron por mí. Desde el momento en que los presente se llevaron bien y desde ahí se volvieron amigos inseparables, pero con Diego es diferente pues yo lo presenté como un amigo de la universidad con quien salimos todos de fiesta, pero hasta ahí. Claro que Matías no sabía lo ocurrido, él se imaginaba que la pelea fue "de amigos". Se tenían agregados en las redes sociales, pero nunca se hablaban... o al menos eso creía yo.

Escuché que la puerta se abrió, levanté la mirada. Era Sebastián solo con una toalla en la cintura. Procuré no ver su abdomen, nunca imaginé que tuviera tatuajes. Viéndolo así no se ve tan...

"Antonella ¿Escuchaste lo que te dije?" "Perdón me quedé pensando... ¿Me lo podrías repetir?" Sonrío mientras pasa las manos por su cabello mojado.

"Sí... que hoy nos vamos de fiesta. Tú y yo" "No Sebastián gracias pero tengo que hacer un proyecto con tu hermanita mañana" "No Anto, eso era lo que quería decir, mis padres tienen que viajar mañana de urgencia a Chile y se llevarán a Daniela por tres semanas" " ¿Y yo qué? Se suponía que vine a cuidar a Dani. ¿Qué voy a hacer ahora?"

"Salir de fiesta conmigo. Mis padres dijeron que de igual forma recibirás tu pago, lo que sucede es que no pueden dejar a Dani sola contigo sería mucho trabajo para ti, recuerda que ella tiene a su nana"

Yo hubiera sido feliz cuidándola. Tenía tres semanas para hacer lo que quisiera. Los señores Vicencio me pidieron que ayudará a Sebastián en la tienda del viñedo, lo cual me pareció increíble. Fui a la casa a bañarme, dejé mi cabello suelto. Me puse un vestido negro ajustado y unos vans. Sebastián tocó la puerta y al abrir sentí su perfume. Delicioso.

Sus ojos se dirigieron disimuladamente hacía mis pechos y sonrió diciendo "Creo que serás la más guapa de la fiesta" "¿Nos vamos?"

Puso su mano en mi espalda baja al abrir la puerta del carro. Sus dedos rozaron mi piel y la electricidad comenzó. Íbamos en camino cuando su celular comenzó a sonar. Me pidió que se lo pasara, pero no lo encontraba. Se había caído debajo de su asiento. Estiré mi brazo para alcanzarlo y dijo "No te preocupes, al llegar lo sacó" "Espera estoy a punto de alcanzarlo" de pronto freno y me resbalé. Mi mano izquierda toco su entrepierna y sentí algo.

Fingí que no había pasado nada y le di su celular. Comenzó a sonar una canción que me gustaba mucho y dijo "Me encanta esa canción" "A mí también súbele volumen"

Ambos sabíamos que iba a pasar... esa adrenalina me encanta... Soy adicta a ese rush. La música sonaba a todo volumen, nuestros cabellos se despeinaban con el viento y el sol se ponía, cruzamos miradas y sonreímos. La noche apenas comenzaba...

Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora