Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓN

Nació una bruja

Los Ponce se encargaron de esparcir el rumor de que Gala estaba loca y creía estar embarazada de Miguel Ponce y terminó internada en el psiquiátrico porque sufrió un colapso mental.  La gente del pueblo se lo creyó y los que aún recordaban haber visto a Miguel frente a la casa de Gala, recibieron una pequeña donación de parte de los Ponce a cambio de su silencio.

Gala había llorado todos los días desde que regresó. Extrañaba a su bebé. No salía porque todos la llamaban la loca del pueblo. Las cosas no se quedaron así. Su madre estaba acostumbrada a que le fuera mal en la vida pero no iba a permitir que le pasará lo mismo a su hija así que tenía que hacer algo que había jurado no volver a hacer. El día que Gala nació juro no volver a practicar la magia negra. En su familia se había practicado por muchos años pero ella no quería que Gala creciera en ese ambiente, así que se mudó lejos para empezar desde cero. 19 años después el momento de la verdad había llegado. 

Llamó a su madre y a sus hermanas. El aquelarre estaba listo. Gala les contó todo lo que le habían hecho y los rituales comenzaron. El odio y la sed de venganza que la consumían hicieron que se adentrara en el mundo de la magia negra. Lo que nadie se esperaba era que los poderes de Gala serían superiores, en dos semanas podía dominar cosas que a su madre le había tomado años.

Las personas que habían hablado mal de Gala y de su madre se enfermaron gravemente. Los del pueblo comenzaron a respetarlas pues les temían. Dos meses después de haber salido del centro psiquiátrico, los Ponce quedaron en bancarrota. Los acusaban de enriquecimiento ilícito. Eso no era suficiente para ella. Los quería ver sufrir y sobre todo... encontrar a su bebé.

Los Ponce sufrieron un accidente automovilístico. Estaban en recuperación cuando Gala entró a la habitación. La señora nunca más iba a poder caminar y el señor había quedado ciego. Los observó con una sonrisa, se sentía más poderosa que nunca. Sosteniendo dos muñequitos vudú llenos de alfileres, saludó "buenos días... que alegría verlos así". Su mirada ya no era la misma, estaba llena de odio, rencor y dolor. La magia la había transformado.

La señora Ponce llamó a la enfermera... Gala movió el alfiler y se comenzó a ahogar, como si le hiciera falta el aire. Gala riéndose, le dijo al oído "ya no eres nada, a nadie le importas. Si te mueres ahora, lo único que van a lamentar es que te moriste sin pagar tus crímenes". Las lágrimas brotaban, se cayó de la silla de ruedas y mientras estaba en el suelo, la observó con desprecio. El mismo desprecio que le hicieron a su madre todos estos años. Se agachó "Necesito saber dónde está mi hijo, maldita. Hijo por hijo. Sino me lo entregas... tus gemelos se mueren". Movió el alfiler y el aire entro en sus pulmones, convulsionando en el suelo respondió "jamás lo vas a volver a ver, sirvienta bastarda".

Gala enfurecida sacó el alfiler del señor Ponce. Murió dos segundos después. Las enfermeras entraron corriendo. Causa de la muerte... paro cardíaco. Gala susurró "tienes dos días, hijo por hijo..."

Los dos días pasaron... Aaron murió. Causa de la muerte, intoxicación. La bruja en Gala estaba más viva que nunca. La oscuridad le nubló el pensamiento. No le importaba nada más que encontrar a su hijo. La prensa seguía de cerca el caso, era imposible ignorar los titulares "Hijo de los Ponce muere intoxicado" "Hasta cuando la mala racha de la familia Ponce" "Primero el señor y ahora el hijo... ¿Quién sigue?" "la maldición de los Ponce".

Gala lamentaba el tiempo que había perdido pensando en que tal vez Miguel si la tomaba en serio. Que si eran amigos y que si le importaba. El dolor de sentirse utilizado te marca para siempre, porque tú lo permitiste y es difícil perdonarse a uno mismo. La señora Ponce llegó a su buscarla y atemorizada le pidió que detuviera lo que estaba haciendo. Gala se rio en su cara y respondió "tienes un minuto para decirme donde esta mi bebé o Miguel se muere" señaló un muñequito vudú que tenía en un frasco.

La madre de Gala no estaba de acuerdo con todas las muertes provocadas porque si algo es cierto es que todo lo que hacemos se nos regresa. Especialmente si lo que hacemos causa daño. Le pidió a su hija que se detuviera. Gala no escuchaba razón. La señora Ponce dijo "Todo esto es tu culpa si no te le hubieras insinuado a mi hijo... jamás habría caído en tus juegos ¿Qué pensabas? Que se casaría contigo solo porque te embarazó. Te hiciste una película en la cabeza niñita, olvídate del bebé él se merece una vida mejor de la que tú le puedes dar". 

Gala observaba al vacío y por su mente corrían los recuerdos y pudo ver claramente como paso todo. Ella había cambiado la historia porque en el fondo sentía algo más pero la realidad era otra. Él la sedujo, ella cayó encantada. Él le juró y nunca cumplió pero en el momento Gala no pudo verlo. Miguel se burlaba de ella e incluso mintió al decirle que era virgen. Todo fue parte de un apuesta entre los gemelos. 

Lo que la señora Ponce le dijo era verdad. La vida que Gala podía ofrecerle a ese bebé no se podía comparar pero lo económico no lo es todo. Agarró el muñeco vudú y dijo "tienes tres segundos...1, 2..." "No lo hagas Gala por favor" exclamó su madre. La señora Ponce le dijo "no te atreves" "1..."

Movió el alfiler. Ese fue su peor error. Hubo un segundo de silencio. Miguel había regresado al país para el funeral de su hermano. Iba manejando hacía la funeraria con su esposa Marta y el bebé. Un tráiler  perdió los frenos y terminó chocando con varios vehículos. Incluyendo el de Miguel. Los tres murieron. Gala no pudo controlar su ira y su hijo pagó las consecuencias. Desde ese día estaba muerta en vida. Le tomó muchos años superarlo. A la fecha no creo que lo haya hecho porque mientras me contaba derramo muchas lágrimas.

Lo último que me dijo fue "Cuando sientas algo por alguien... nunca creas que esa persona siente lo mismo por ti. Porque no es así. Todas las historias tienen dos versiones, no tomes decisiones considerando solo la tuya".

Yo no creo en la brujería ¿tú sí? Lo que sucedió estaba escrito pero a veces buscamos justificar  acciones de las cuales no tenemos control absoluto.