Sebastián nunca llegó. Asumí que se había quedado hasta tarde en la fiesta. Era sábado por la mañana, tenía el día libre así que decidí ir a visitar a Gala. Había algo maternal en ella. Podía tener conversaciones que con mi madre jamás hubiera podido.
Cuando llegué me estaba esperando con una taza de café "Sabía que ibas a venir, lo podía sentir" "Gala, deja tus cuentos de bruja jaja" dije bromeando. "No es broma ¿Qué ha pasado ayer por qué quieres huir de nuevo?"
Mientras platicábamos el café se nos acabó y comencé a ayudarle a limpiar en el bar. Siempre quise trabajar como bartender me parece cool poder escuchar las historias de los borrachos despechechados.
Gala me vio limpiando el mismo vaso por varios segundos "Cariño, cuéntame todo te juro que no te voy a juzgar, no puedes seguir guardándote todo" Comencé a llorar y le conté toda la verdad. Incluyendo lo de Diego y Sebastián. "Puedo ver que hubo algo que te lastimó en tu niñez. No sé qué fue pero te puedo decir que no fue tu culpa. Mereces ser feliz" "¿Qué debo hacer Gala? Ya no quiero huir más" "Pídele perdón en persona a Julián, dile la verdad a Sebastián, aléjate de Diego". Una llamada interrumpió nuestra plática. "Antonella ¿Ya estás lista para el picnic con los De Bedout?" Era el señor Vicencio. Me despedí de Gala y llamé al chofer.
Llegué a la casa a cambiarme. Ese vestido resaltaba mis piernas, me veía bien. A veces una prenda nos puede cambiar el estado de ánimo, ponerte algo con lo que te sientes sexy te da más seguridad. Ese viaje en el carro con los señores Vicencio y Daniela fue de lo más incómodo que he experimentado en toda mi vida.
Traté de no escuchar la conversación pero se me hizo imposible. "Cómo le pudo hacer esto a Sebastián, ella lo hizo con intención" "No te metas en eso Claudia, no podemos hacer nada" "Lo va a mandar al abismo o ya se te olvidó lo que pasó la última vez" "Ahora no Claudia, no frente Daniela".
Yo pretendía estar escuchando música con mis audífonos puestos viendo al celular. ¿De qué estaban hablando? Tal vez esa fue la razón por la que Sebastián no llegó la noche anterior.
*Esa fue la razón *
Le mandé un mensaje a Sebas pero me dejó en visto. Le escribí a Diego si sabía algo y también me dejó en visto. Llegamos al picnic. Los De Bedout parecían Mr. And Mrs. Smith, hermosos, elegantes, como si fueran capaces de matarte.
Nos sentamos a comer y de pronto escuchamos el timbre. León De Bedout se levantó y dijo "Disculpen olvide que hoy vendría mi sobrina de viaje con su novio". No podía con lo que mis ojos estaban viendo.
Julián estaba aquí. La última vez que lo vi fue cuando me besó una noche antes de nuestra boda y ahora venía de la mano de su nueva pareja, Ana.
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Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓN
Teen Fiction"Cuando tu vida ha sido un caos constante uno más no parece relevante hasta que te das cuenta de que ese desastre te vino a cambiar la vida. Una vez me dijeron que soy adicta a la adrenalina y a lo prohibido... lo estoy empezando a creer, las mentir...
