Sentada en la oficina de la directora solo podía pensar en contener las ganas de vomitar por la resaca. Llegaron los padres de la niña a la que Dani le rompió la muñeca de porcelana. Los señores De Bedout, la señora vestida de rojo, cabello rubio y el señor con un traje formal negro. Parecían estar entre los 35 y 40. Eran una pareja atractiva, los saludé y la señora me ignoró, empezamos mal y terminamos peor.
-A ver no entiendo porque los padres de Daniela Vicencio no están presentes ¿Por qué debo de tratar con la niñera?
Dijo mirándome despectivamente. Podía sentir la incomodidad del esposo y también su perfume. Regresando al tema...
-Como le explico Señora De Beduti... "De Bedout niña" aja como sea... los señores Vicencio se encuentran de viaje pero le puedo asegurar que yo me preocupo por la situación de Daniela más de lo que se imagina. Que le parece si nos dejamos de pendejadas y me dice como lo solucionamos.
La directora viéndome sorprendida y el esposo cubriéndose la boca de la risa. "Señorita ¿Usted sabe con quién está hablando?" "Calmémonos Cecilia, mira Antonella creo que mi esposa está exagerando. Son cosas de niños, arreglémoslo con una picnic en nuestra hacienda" "Perfecto señor De Bedout yo llevo a Daniela y también la muñequita de porcelana". "Llámame León y tú también estas invitada".
La cara de Cecilia no tenía precio, tuve que aceptar solo para fastidiarla. "Con mucho gusto pero tengo que preguntarles a los señores Vicencio" "Claro me imagino que ellos querrán ir en lugar de mandar a la niñera" -dijo Cecilia sonriendo. La directora interrumpió "bueno me alegro de que todo quedará arreglado y..." Podía sentirlo venir, el vómito estaba a punto de salir. Así que dije "me tengo que ir, así quedamos". Salí corriendo a buscar un bote de basura, Me senté en la banca mientras esperaba a que llegara el chofer. Tenia tanto en que pensar, Camila, mi hermano, Sebastián, Diego y ahora la vieja odiosa de Cecilia "De Bedout".
- Si sabes que estas hablando en voz alta... -Sorprendida volteé a ver, era León. Me puse roja y nerviosa. No quería meter en más problemas a Daniela.
-Perdón es que no he tenido un buen día.
Riéndose sacó un pañuelo y dijo "No te preocupes creo que todos hablan así de Cecilia. Nadie le había hablado así, todas las madres le temen por eso me agradas. Tienes algo en la mejilla". La vergüenza de mi vida, él no sabía que era vómito y casi pone su mano. "Gracias" me aparté antes de que el pañuelo tocara mi rostro. Para hacer más bochornoso el momento había activado la opción de voz en mi celular y cuando entraba una llamada en lugar del típico sonido se leía el nombre del contacto.
*Llamada entrante: EX MEJOR AMIGA PERRA QUE ODIO*
Buscando mi celular intente responder lo más rápido posible "Perdón León, me tengo que ir" "Pero no tengo tú número para mandarte la dirección" "Llama al viñedo San Vicencio".
El chofer llegó en el momento exacto. León De Bedout... mmm que atractivo... "Aló Antonella..." Se me había olvidado de que tenía a esta pendeja en alta voz.
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Un corazón roto y dos tequilas - TERMINADA, EN EDICIÓN
Teen Fiction"Cuando tu vida ha sido un caos constante uno más no parece relevante hasta que te das cuenta de que ese desastre te vino a cambiar la vida. Una vez me dijeron que soy adicta a la adrenalina y a lo prohibido... lo estoy empezando a creer, las mentir...