Enredados pero jamás juntos (Trilogía ENREDADOS){en Edición}

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Vuelta a la derecha, vuelta a la izquierda... intenta de pansita ¿No? Intenta voltear la almohada...
Sólo cierra los ojos y cuanta ovejitas.

¡No! No está funcionando mañana trabajo y no logró dormir... Es que es tanta la incertidumbre y la felicidad que mi corazón no logra calmarse...

Me levanto y voy a la cocina por un vaso de agua y me siento junto al Mesón en medio de la oscuridad, la luz de la luna alumbra un poco la sala y parte de la cocina.

Es acoso posible morir de felicidad, no termino de creerme que mi Jefe, Mauricio y yo seamos novios... sus labios... no termino de creerme que haya besado sus deliciosos labios.

Intento dejar de sonreír pero me es imposible, me paro con la intención de regresar a la habitación, pero el sonido del teléfono inunda toda la sala, me siento en el sofá ¿Quien podría ser a esta hora? con algo de miedo contestó...

- se lo que hiciste el verano pasado.- Dice una voz ronca...

- ¿Qué?¿quien habla? - preguntó asustada, mi corazón se estremece, no hice nada el verano pasado, y esto me suena a una broma de mal gusto.

- ¿Quieres divertirte? - pregunta

- ¡no! maldita sea ¿quien rayos eres?, demente llamaré a la ¡policía! - grito justo cuando voy a colgar, se escucha una carcajada...

- ¡Hey! Lo siento, Lo siento... no logró dormir, no cuelgues.- Dice con una voz que reconozco bien.

- ¿Mauricio? Me asustaste, me vengare ya veras.- digo suspirando.

- ok, aceptaré tu venganza con orgullo, princesa... ¿Que haces despierta? - pregunta

- no logró dormir.- respondo llevándome a la cama el teléfono, que suerte que es inalámbrico.

- yo tampoco, pensaba en ti...- Dice puedo imaginar su sonrisa detrás del teléfono.

- ¿Asi? ¿Que pensabas? - preguntó acomodandome.

- pensaba en tu sonrisa, en tus hermosos ojos, en tus exquisitos labios...- Dice con voz ronca pero no como antes, algo más sensual.

- vaya... deberías darte una ducha fría.- respondo riendo por dentro.

- ¿Y tu por que no podías dormir? - pregunta

- Empeze por contar ovejitas peeo el seueño simplemente no llega... y termine pensando en todo en lo bueno y malo que ha estado pasando, pero sobre todo en lo bueno.. allí entras tu amigo.- respondo.

- ¿Amigo? No, linda debés decirme, amor de mi vida o algo así.- Dice riendo.

- que tal ¿Mi algodoncito de azúcar? - preguntó ofreciéndole una carcajada.

- vaya mejor pensemoslo, mañana... me olvidé decirte que mañana y el martes no trabajas, tengo una conferencia de médicos fuera de la ciudad.- Dice.

- vaya, eso significa que puedo dormir hasta tarde, ¡que bien! - respondo, no, eso significaría que el y yo no...- espera entonces tu y yo no podremos vernos.- digo con tristeza.

- de hecho quería pedirte que vayas conmigo...- pide.- sólo si puedes.- añade.

- ¿Es enserio? ¡¡¡Claro que sí!!!...- chillo

- no se diga más, pasaré por ti a las diez, lleva dos cambios de ropa.- Dice bostezando.

- vale...-respondo emocionada.

- quería saber ¿desde cuando vives sola? - pregunta

- desde que cumplí la mayoría de edad ¿Por que? - preguntó

- por que estuve pensando y bueno yo me sentia solo desde antes que ella se fuera, pero tu pareces estar bien.- Dice

- pues ya no se sienta solo doctorsito, hay mucha cosas buenas de vivir en pareja, claro, sólo si en la pareja hay amor y tubya no estás sólo, te recuerda que tienes novia.- digo tratando de disimular que el tema es un tanto incómodo.

- es verdad, ella y yo dejamos de ser una pareja desde hace tanto... hay cosas que si de extrañan.-Dice

- ¿Que cosas? -preguntó

- pues salir de paseo, hacer planes y cocinar para ella, son cosas que solía hacer y me gustaban hacerlas.- Dice

- ¡Hey! Ahora cocinaras para mí.-respondo riendo, el también ríe.- ¿Así que lo que más extrañas de la vida en pareja es cocinar? - preguntó en tono de burla...

- no sólo eso, extraño muchas cosas.- Dice

- ¿Pero que es lo que más extrañas? - insisto.

- ummm... no lo se, creó que el sexo, si, el sexo es lo que más de extraña,sin que llevo más d un año sintocar a una mujer.- Dice, nos inunda un incómodo silencio.- no te asustes.- pide

- no, no me asusto... es normal »sexo« si es normal.- respondo tragando saliva.

- nos vemos mañana... ¡Te quiero! - dice y cuelga... y yo pues a contar ovejitas.