Vida por vida

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La rubia consideraba descabellada la idea de tener nada mas y nada menos que al hibrido original mas temido de toda la historia vampírica. Caminaba de un lado a otro por la habitación del hotel afortunadamente alimentada de otro animal que se habia cruzado por su camino dándole por lo menos algo de fuerza. El hombre con tan solo una chaqueta puesta continuaba desnudo mirando a la chica andar por el lugar con una mirada despistada y perdida.

En el trayecto al hotel pudo conseguir afortunadamente dos botellas de licor lo bastante fuerte para calmar la ansiedad de ambos, sabía perfectamente que aquel rubio bronceado la necesitaba mas conociendo sus antecedentes asesinos. El continuaba mirándola, le parecía dulce, amable, tierna y sobre todo le encantaba la manera en la que no paraba de hablar cuando la había conocido.

-Stefan va a matarme, si, es lo que hará, y no he llamado a mamá .. ¡Dios, por que vine sola!- Indicaba ella exasperada.

-Estas … molesta?- El comentaba tímidamente, definitivamente ese no era el sanguinario vampiro original.

-No… no lo estoy o bueno, si , bueno no lo se, mira Klaus- Se sentaba junto a el observándolo con un animal indefenso, suspiro un momento para recobrar la cordura y lo miraba fijamente. -En serio no recuerdas nada de lo que te pasó?, quiero decir, ¿Nada, nada?.

-No, solo.. se que desperté en unas cuevas extrañas de un bosque cercano- El suspiraba mirando hacia uno de los floreros para concentrarse en recordar. -Todo era confuso… extraño, solo se que tenía hambre y corrí para alimentarme, la sed quemaba, la luna llena calaba en mis huesos, mis ojos ardían y casi enloquecí hasta que… te encontré, Caroline.- El comentaba con dulzura mientras ella observaba atónita el cambio de tono de voz que el hombre hibrido utilizaba; aún estaba sucio, la sangre del ciervo esparcida por el tórax bronceado y marcado le daban un aspecto incomodable.

-Bueno, lo primero será… tienes que tomar una ducha-

-Si… claro, ¿Me acompañas?- El chico comentaba de manera natural mientras que la rubia vampira se ponía de mil colores ante tal muestra de inocencia. Debía reconocer muy a su pesar que le atraía de cierta manera, pero ella estaba con Tyler y recordaba que le prometió perseguirlo hasta el cansancio. Suspiaba un poco, no quería entrar en un conflicto de intereses a sabiendas de la situación en la que se encontraba, pues al mirar a ese hombre tan perdido, ese rostro taciturno e inocente le costaba trabajo compararlo con aquel que había asesinado a mucha gente por solo placer y convertirse en el vampiro hibrido mas poderoso sobre la tierra.

-No seria buena idea, lo mejor es que vayas tu solo.. yo ire al hospital a conseguir mas sangre- Respondía dubitativa pues no se fiaba del todo en cuanto a su comportaiento.

-Ire a tomar una ducha entonces- Klaus le acariciaba el rostro con el dedo haciendo que ella lo mirara un poco tímida, le sonreía a la par de aquel gesto de bondad y se encaminaba quitándose el saco que llevaba puesto mientras que Caroline hacía lo indecible para no mirar esa espalda musculosa y ese trasero que daba tentación de morder.

-Si.. aquí te espero, pero promete que no saldrás, no es seguro allá afuera, aunque..—Ella suspiraba entrecortada por lo acalorado de la situación. -…te advierto que muchos vampiros y lobos te prefieren muerto, se lo que te digo.

-¿Te preocupa lo que me suceda Caroline?- El comentaba girándose completamente dejando al descubierto todos sus grandes atributos masculinos y ella solamente concentraba su vista en el piso para no sentirse mas excitada de lo que estaba.

-No quiero, solo no quiero problemas… en cuanto recuperes tu memoria, desearía que me dejaras tranquila, tu y yo no tenemos buenas relaciones Klaus- El volvía a acercarse un poco a ella acuclillándose mirándola a los ojos.

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