Rompe mi Corazón

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No sabía con exactitud como encarar el hecho de que toda la gente de Mystic Falls se había dado cuenta de la aparición de un mago en la celebración de colonos; estaba consciente de que tenían contemplada la de los híbridos pero no de un tipo que sacaba chispas con la varita. No era cualquier hechicero, era uno malvado que deseaba el poderío sobre los mitad vampiro y mitad lobo.

Hermione debía enfrentar sola ese hecho y se encaminó a la reunión de los fundadores que se había congregado extraordinariamente dados los sucesos acontecidos en tiempo tan corto. El vampiro pelinegro decidió acompañarla pues había sido testigo ferviente de lo ocurrido, aunque por un lado le preocupaba su " relación" con la ojimiel.

Durante el trayecto no tocaron el tema de "su noche", ese mismo era uno de los tantos que decidieron omitir para no profundizar en sus sentimientos; se deseaban, desde el primer momento que se conocieron no había otra cosa que tensión sexual entre ambos. Por un lado Damon anhelaba tener a su lado a su ángel de la guarda, poseerla, beber su sangre como un trofeo que ganaría después de perder a Elena, entre tanto Hermione se sentía culpable por haber engañado a su prometido. Ninguno de los dos aceptaría sus verdaderos sentimientos con el temor de mostrarse débiles, simplemente no se podían dar el lujo.

Llegaron en el auto de la castaña a la mansión de los Lovegood, misma que como siempre se miraba con la perfecta iluminación del sol y las areas verdes cuidadas por manos profesionales mostrando algunos ficus en forma de figuras complejas como bailarinas, animales u otra cosa estrafalaria que se le ocurría a Carol. Damon con las manos en las bolsas del pantalón caminaba lado a lado de la chica pensando que sería mala idea darles la cara a los miembros de lo más parecido a "la santa inquisición".

-Si te queman viva, ¿Me regalas tu auto?-

-Damon, no digas idioteces, solo les daré una explicación sobre lo sucedido, eso es todo.

-Yo nada más decía, o podrías convertirlos en sapos o ranas, ¿Te imaginas?.

-He estado tentada en convertirte en mosco asi que no comiences a dearme ideas Salvatore.

El pelinegro reía a carcajadas y al mismo tiempo entraban a la casa notando algunas voces provenientes del despacho principal; se dirigieron a toda prisa al lugar para encontrarse con todos los ahí presentes expectantes al verla llegar. Habían presenciado aquella pelea que la chica sostuvo con lo más parecido a un Darth Vader sin casco ostentoso y siniestro.

-Buenos días a todos.- Decía ella pero nadie le contestaba.

-Que corteses son en este lugar, me pregunto donde están los canapés y las bebidas- Damon se cruzaba de brazos pero todos prestaban especial atención en la castaña que se colocaba al lado de Carol Lovegood quien todavía la miraba expectante retrocediedo un poco.

-Me permites la palabra?- La señora de mediana edad tan solo asentía para cederle la oportunidad, y en ese instante la castaña colocaba las palmas de sus manos sobre la cubierta del escritorio mirando a todos los miembros.

-Bien, dado el acontecimiento que presenciaron, o mejor dicho sufrieron el dia de ayer les contestare las preguntas que haga falta, asi que para no hacerlo tedioso les contaré mi verdadera historia- Daba un respiro ladeándose el cabello. -Quien deseé preguntar por favor levante la mano y asi tendremos una mejor organización.- En ese instante se miraron unos a otros para estar deacuerdo en escucharla.

-Mi nombre no es Helen Grand, soy Hermione Granger y provengo de Londres aunque eso ya lo saben- Hacía una breve pausa notando que los demás presentes arqueaban la ceja tratando de repetir su nombre; era bastante complicado. -Bien, yo no fui alumna de la universidad de Cambridge aunque hice una especialidad en criminalística en esa escuela, tampoco conozco personalmente al padre de Bonnie Bennet.- Caminaba lentamente hacia el centro de la reunión para dar su argumento de una mejor manera.

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